Casas Rurales Cerca de la Playa en Zumaia

Excelente trato, te hacen sentir en familia en todo momento. Íbamos con una niña de 2 años y creo que se lo pasó mejor ella que nosotros. Hay columpios y jugaba con las nietas de Isabel como si fuesen amigas de toda la vida. Sin olvidar de 2 cachorros de perro que aún recuerda. La propietaria es trabajadora y encantadora, pero su hija no se queda atrás. Nos sentabamos a la fresca con ellas a charlar como si fuésemos de la familia.

Hemos pasado el fin de semana del 6 al 8 de diciembre los cuatro de la familia maravillosamente. El tiempo fue frío con mucha lluvia y viento, pero dentro de la casa se estaba fenomenal, calentitos y sin ruidos que perturbaran nuestra estancia. El sitio es espectacular, alejado del bullicio y con mucha tranquilidad. La vivienda está en mitad del monte, rodeada de unos paisajes preciosos, muy verdes y con vistas al mar.

Una galerna veraniega nos recibió y un temporal de lluvia y viento nos despidió. En medio, unos días maravillosos con el trato afable y socarrón de la anfitriona, inimaginable en una mujer vasca, siempre atenta a tus necesidades y especialmente afectuosa con los niños. Las cenas copiosas y, en ocasiones, con productos del huerto y granja. La autovía pasa a unos 300 metros de la casa por lo que está muy bien comunicada para visitar los pueblos cercanos y apenas se escucha.

Hemos estado este puente de todos los Santos en esta maravilloso caserío de turismo rural a un paso a los flysch de Zumaia. Los alojamientos están perfectamente equipados con todas las comodidades, muy bien decorados, limpios y ordenados. Con una sala común para ver la tele, tomar un cafetito tranquilamente o tener a los niños entretenidos. Y lo mejor Arancha, la dueña de la casa que ha ejercido de perfecta anfitriona estando pendiente de todo lo que necesitábamos, reservando incluso, sol y buena temperatura para disfrutar de este puente de noviembre.

Agroturismo Rural precioso, con todos los detalles que nunca encuentras en otros alojamientos; el servicio y la amabilidad de su propietaria Arantxa, hacen que cuando te tienes que marchar, lo hagas pensando en la fecha de tus vacaciones en la que volveras a tierras vascas. Volveremos en verano.

Hicimos este invierno una escapada a Getaria. Elegimos Gure Ametsa por estar ubicado en la orilla del mar, y la verdad, no nos defraudó. Está muy bien ubicado, muy limpio y aunque tiene un pequeño problema y es su lejanía de Getaria para poder ir andando.

Fabrizio, su hija de 14 años, Giuilia y yo Alexia, hemos pasado una semana maravillosa en Gipuzkoa alojados en esta preciosa masía rural. El trato recibido de la familia que lleva este establecimiento ha sido de lo más amable y cordial. Me he sentido como si estuviera en casa. Atendida y arropada en todo momento. La situación de la casa es de lo mejor, pues se encuentra cerca de las carreteras que unen la costa y de San Sebastián, estando a su vez en un entorno precioso, súper tranquilo y relajante.

Genial ambiente, genial gente y genial casa rural. Estuvimos alojados a lo largo de fin de semana largo para hacer el recorrido de los rodajes de la película "ocho apellidos Vascos" y fue increíble. La situacion de la casa es increíble ( si bien un tanto espantoso cuando hay tormenta con viento por la situacion delante del barranco , jejeje ....). Vistas increíbles al Atlántico, Zumaia y la ermita de San Telmo.

Un lugar bello para quedar con gente fantástica. Nos hemos sentido como en nuestra casa, además de esto la teníamos entera para nosotros. Las pequeñas, 8, lo han pasado de temor, y sin riesgo han podido gozar del campo y de los columpios. En suma éramos veinte personas,entre franceses y madrileños, que recordaremos con cariño nuestro encuentro y estel lugar privilegiado: es increíble levantarse por la mañana, asomarse por la ventana y ver un paisaje de yerba y mar.

Indudablemente ninguna la mejor casa que he visto jamas!! Estuve en santa klara con mis 2 hijos, uno de nueve años y el otro de tres. Todos de la familia pasamos excelente. El trato que nos dieron Ana y todos de santa klara generalmente, fue engrandezco. Los pequeños no paraban ge correr por el campo y después pudieron estar con los animales y aprender como es la vida rural. Mientras que los pequeños corrían, pude gozar de mi mujer en relax.