Casas Rurales para Dos Personas en Comarca de Osona

Tanto Helena como Antoni, se esmeran en que la estancia en Mas Postius sea lo mas agradable posible. Son muy buenos conocedores del entorno y la historia de la zona y por supuesto de la vivienda vacacional. Escuchándoles, se nota el cariño que han puesto en la reforma y en la decoración de esta preciosa masía. Recomiendo a cualquiera que pretenda relajarse una estancia en esta zona o alredores porque no se arrepentirá.

Además de ser un lugar encantador, apartado de la civilización, tranquilo y situado en medio de la sierra catalana, hemos recibido un excelente trato cordial, directo y sincero por parte de los propietarios. La habitación perfecta, muy iluminada cuidada y la comida exquisita a la par que original. El menú degustación muy completo y todo en su justa medida. Y los desayunos muy completos, con café, leche, zumo, bollería dulce, pan y embutidos excelentes.

Estuve cuatro días con mi pareja en "La Sala", y estuvimos excelente. El lavatorio y la cocina se ven que están rehabilitados últimamente. No falta ningún detalle en la cocina, tiene horno, microondas, todo tipo de aparejos, todo esta muy limpio y cuidado. Lo único que falta es un sofá en la zona donde esta la tele, en la actualidad hay dos sillas, mas nos afirmó Genoveva que lo tenian en cuenta, en tanto que el alquiler de esta casa es muy reciente y incluso falta terminar algún detalle.

Aconsejo este piso para 2 personas. Es superacogedor (es como un loft con la hab. arriba y 2 literas al lado por si acaso alguien va con pequeños). Además de esto su decoración es supermoderna con un toque rústico. Fue una lástima no estar más tiempo en el por estimar visitar sitios, mas con la estufa de leña y de noche es de lo más agradable. Los dueños muy afables.

Fuimos el puente de la Immaculada con nuestro hijo de 1 año y lo pasamos bien. Cerca de Vic y de Espinelves(diez-quince min en turismo) para visitar sus ferias. Asimismo fuimos a Sant Pere de Casserres por el parque de les guilleries y la vista és espléndida. Nos faltó tiempo para ir a buscar setas. El único mas fue el tiempo, que hizo bastante frío y mucha bruma mas a media mañana ya no cara tanto frio y la bruma se había ido.

Agradable sorpresa la que nos llevamos cuando entramos en la casa y vimos la comodidad y limpieza de la casa,asi como pudimos estimar la perfecta restauración del edificio que ha quedado super chuli por lo que les felicito y les doy las gracias por dejarnos gozar de esta agranda restauración, hemos estado enla residencia naranja. El trato con Piedri la dueña fantastico, nos facilito toda la información de la zona.

Nos habían hablado del sitio mas no podíamos imaginar lo que nos aguardaba, un recibimiento con un trato en especial amable, totalmente franco y agradable de aquellos que trasmiten buenas vibraciones; unas habitaciones en especial limpias y ordenadas sin lujos mas con todo el confort preciso, unos espacios comunes espectaculares y unos desayunos y cenas sinceramente de primer nivel, tanto por su presentación, como por la calidad de producto y lo que es pero esencial por el nivel de su preparación.

Debo agradecer primeramente a Oliver y su mujer por el trato recibido, nos hicieron sentir muy comodos, son atentos y se les nota de veras su sinceridad...garcias Oliver, como te afirmé, volveremos!!. Cuando el desayuno es increible, buenisimo, con productos de calidad y ecologicos del pueblo, que sumado a unas vistas de película al acantilado, hace que te despiertes con buen pie para comenzar el día con ganas.