Casas Rurales con Piscina en Hervas

Un viaje perfecto de principio a fin. El alojamiento ideal, unas casitas con todo lujo de detalles, incluso lavavajillas, decoradas con mucho gusto y muy cómodas. Los dueños muy atentos y amables, han estado pendientes en todo momento por si necesitábamos algo y nos han informado detalladamente de qué visitar ya que en un fin de semana hay poco tiempo para verlo todo. El entorno, una delicia. Desde los alrededores de la finca de campo, llenos de árboles frutales y flores, como las vistas de la sierra y por supuesto Hervás, con el barrio judio, las piscinas naturales y todos sus rincones, un pueblo con mucha vida.

Es un placer y ha sido un gustazo, disfrutar de este oasis, lujazo de sitio, de gente, de buen gusto y sobre todo de comodidad. Según llegas el primer día te sientes como si hubieras estado toda vida en él. En un entorno fantástico, se encuentra este reducto de buen gusto, seguridad, de detalles y relax. José y su familia, tienen el sitio perfecto para disfrutar del descanso e ir con niños, cuando estas en el Canchal te olvidas de todo, los niños juegan, puedes descansar, cocináis genial, las migas, la tortilla de patatas y el pollo asado, por destacar algo, porque estaba todo genial.

Pisos bien pertrechados, realmente bonitos y amoldados al ambiente, bien ubicados en Hervás (distrito judío). Estuvimos a primeros de junio de dos mil once a lo largo de 5 noches, y la verdad, estimamos que teneis un buen establecimiento. El trato de la dueña bastante bueno y agradable, así como la información que nos dio del sitio y su ambiente. Y el restaurant que esta al lado, Sésamo creo que tiene por nombre, nos atendieron maravillosamente, con un menú buenísimo.