En una ciudad con la belleza medieval de Viana tenemos una gran casa rural de 3 plantas que ponemos a disposición de nuestros clientes, para que ellos se dediquen a disfrutar de la belleza, el arte y la cultura del lugar, mientras nosotros les facilitamos las comodidades de más alta gama en una casa de decoración rústica que se convertirá rápidamente en todo un hogar para ellos.
Nuestra vivienda está especialmente diseñada para familias de hasta 8 personas con niños, ya que posee una gran sala con una gran variedad de juegos, entre los que se encuentra un estupendo futbolín, en la planta baja. En ella, los niños podrán pasar un rato dando rienda suelta a la imaginación mientras sus padres descansan en las habitaciones situadas en las plantas superiores.
La primera planta se compone de una habitación que integra, todo en uno, un espacioso salón con largos sofás, una mesa de comedor en el centro, con sillas suficientes para todas las personas que se alojan en la casa, y una amplia cocina completamente equipada y muy luminosa, además de un baño completo para compartir.
Sentados o tumbados en el sofá, nuestros huéspedes podrán disfrutar de los mejores programas de entretenimiento en la moderna televisión, situada encima de un amplio armario con mucho espacio para guardar, entre otras cosas, una colección de DVDs especialmente escogidos para el gusto de todos. Encima de ella, se sitúan 2 baldas, una negra pequeña y otra de marrón, más larga. En ambas hay dispuestos algunos elementos decorativos que, unidos al amarillo de las paredes, le proporcionan un aire muy familiar a la estancia.
En medio del espacio se encuentra la mesa del comedor, de madera y con 6 sillas alrededor, aunque por la casa se pueden encontrar otras 2 sillas en caso necesario. Para proteger y adornar esta mesa, hemos guardado en los armarios bonitos manteles.
La cocina, que se encuentra pegada al salón, es, como ya hemos dicho, amplia y luminosa, y está totalmente equipada con un variado y práctico menaje y modernos electrodomésticos, entre los que no faltan un amplio frigorífico, un horno con varias bandejas y microondas. Los chefs de la casa encontrarán en los armarios una vajilla con todo lo necesario para presentar de manera exquisita los deliciosos manjares cocinados en la moderna vitrocerámica, que cuenta con útiles de limpieza para que siempre brille como el primer día.
Al subir a la segunda planta, nuestros huéspedes se encontrarán con 2 dormitorios, uno de ellos triple y otro individual, además de un baño para compartir entre ambos, que posee una amplia bañera, lavabo con espejo y luz, un cómodo inodoro, y armario para guardar, entre otros útiles, un práctico secador de pelo.
Para encontrar el tercer dormitorio de la casa hay que subir a la tercera planta, donde un techo abuhardillado se levanta sobre 2 camas individuales.
Los huéspedes podrán comprobar nuestro gusto por los detalles en la forma delicada en que hemos vestido las camas, con bonitas sábanas y mantas calientes, además de cómodas almohadas y cojines a juego. Alrededor de estas camas, podrán dejar sus efectos personales más imprescindibles descansando sobre las mesillas de noche, que cuentan con lámparas y enchufes en la pared.
Para guardar la ropa y calzado, cada dormitorio cuenta con amplios armarios de madera con perchas y cajones.
En la frontera con La Rioja, a solo 9 kilómetros de Logroño y a 81 de la capital de provincia, Pamplona, se encuentra la ciudad de Viana, que puede presumir de ser la única de Navarra que se encuentra en el camino de la Ruta Jacobea.
Con una superficie de 78.6km2 en los que conviven aproximadamente 4000 habitantes, Viana es una ciudad de rasgos medievales que ha obtenido un gran reconocimiento a partir del Camino de Santiago y los distintos edificios civiles y religiosos que se levantaron en ella entre los siglos XVI y XVIII, en pleno apogeo cultural y económico.
Se trata de unas tierras en las que predominan viñas, campos de cereales, olivares y almendros, cuyo punto de máxima altitud se sitúa en los 834 metros, al norte de la ciudad. Se dan grandes diferencias con el sur de la misma, ya que la diferencia en altitud provoca también la consiguiente diferencia en precipitaciones. Así, mientras las tierras del norte son más escarpadas y accidentadas, lo que ha hecho menos posible plantar en ellas cultivos, la llanura de la Vega del Ebro, en el sur, es mucho más fértil.
Al recorrer las bellas calles de la ciudad, se llega al casco histórico, de tintes medievales, donde se pueden visitar numeroros edificios de bella arquitectura, tanto religiosos como civiles. Entre los religiosos, destacan sobre todo la Iglesia Parroquial de Santa María de la Asunción, ubicada en una preciosa plaza; el Convento de San Francisco, la Ermita de San Martín o la Iglesia de San Pedro, fundamentalmente en ruinas, pero cuyos restos garantizan una agradable visita.
Entre los edificios civiles se encuentran, por supuesto, el edificio del Ayuntamiento o Casa Consistorial, situado en la Plaza principal de la localidad; el Hospital de Peregrinos o portales como el de la Trinidad, que se encuentra en la plaza del Coso, el de San Felices, o el de San Miguel, además de restos de las antiguas murallas.
Lugares de interés
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