A Painza II

Cuando nos trasladamos a Viladavil, hallamos esta casa antigua de estilo gallego. Se encuentra en un enorme conjunto de viviendas, rodeado de magníficos jardines y de un entorno natural privilegiado. Dispone de espacio para alojar hasta 7 personas.

El alojamiento alberga 4 dormitorios con vigas de madera en los techos. Hay 2 habitaciones que tienen una cama de matrimonio, otra que cuenta con 2 camas pequeñas y una última individual con una cama. Todos los dormitorios disponen de su correspondiente ropa de cama.

La casa tiene en su haber 3 cuartos de baño completos y uno de ellos se ubica en el interior de uno de los dormitorios de matrimonio.

Cuenta con un amplio y coqueto salón-comedor, decorado con gran exquisitez y que dispone de varios sofás, una televisión de plasma y una mesa de comedor con capacidad para 6 comensales.

Al otro lado encontramos una espaciosa cocina, reformada y totalmente equipada que dispone de mobiliario de color blanco y electrodomésticos de alta gama, así como de una zona de comedor con paredes forradas de piedra y una mesa redonda con sitio para 6 personas.

En el exterior, los huéspedes pueden disfrutar de una barbacoa donde realizar comidas en familia o amigos al aire libre. También pueden practicar un poco de deporte en los aparatos para hacer gimnasia o jugar al billar o al futbolín.

Al lado de la casa encontramos el Pazo de Viladavil, un lugar ideal por el que recorres sus magníficos jardines, estanques y fuentes. Alberga un museo que nos recuerda una época pasada, con trajes, calzado, carruajes o herramientas propias de la vida del campo. Hay además un hórreo, un palomar y una era. Siempre que quieras, tendrás a tu disposición el restaurante del complejo.

Para los que adoran el senderismo, este es un destino perfecto. A poca distancia del alojamiento se sitúa el Camino Francés, que transitan los caminantes del Camino de Santiago. 

Otras ciudades importanes que se pueden visitar son, por ejemplo, A Coruña, Lugo o Santiago de Compostela. Todas destacan por su bella arquitectura antigua, como las catedrales.

La costa gallega se encuentra a varios kilómetros, pero es un lugar ideal para disfrutar de los acantilados y sus vistas. Resaltan el Cabo de Finisterre y las Rías Baixas.