El Batán de las Monjas

En un camping en plena naturaleza, junto a San Nicolás del Puerto (Sevilla), tenemos este cortijo reformado en forma de apartamentos dedicados al turismo rural. Las vistas son excelentes, se respira gran tranquilidad, hay tanta vida alrededor... Es un entorno perfecto para participar de las múltiples actividades que se llevan a cabo en el recinto y disfrutar de los maravillosos paisajes de la Sierra Norte.

El cortijo dispone de 12 plazas, que se pueden ampliar a 18 con la ayuda de camas supletorias, repartidas en 6 apartamentos dobles. La ropa de cama está incluida.

Cada habitación tiene su propio estilo y colores, que se extienden a la decoración, el mobiliario e incluso los azulejos del cuarto de baño, que en cada habitación es distinto, aunque en todas dispone de la misma equipación.

En el mismo espacio del dormitorio y la zona de estar tenemos la cocina, pequeña y discreta pero efectiva, con equipamiento que incluye frigorífico, hornilla eléctrica y microondas.

Todos los apartamentos tienen terraza, con mesa y sillas para sentarse a contemplar las vistas de la ribera del Huéznar y la verde arboleda que lo rodea. La calefacción es por suelo radiante. La decoración es rústica, con la madera presente tanto en suelos como en el envigado de los techos, que transporta a otra época y da a todo el espacio un toque hogareño y tradicional.

En el edificio podrán encontrar un restaurante de cocina natural, en el que se preparan platos regionales típicos que incluyen guisos de montaña, embutidos y carnes ibéricas. Es una oportunidad increíble de disfrutar de la gastronomía local sin alejarse demasiado del alojamiento. Además, aceptan reservas de grupos grandes y para eventos y reuniones, durante todo el año.

No muy lejos del establecimiento queda un puesto de alquiler de bicicletas y la zona de párking, para un mejor abanico de opciones en cuanto al desplazamiento a y desde el alojamiento.

San Nicolás del Puerto, término municipal en el que se encuentra el cortijo, es una localidad con larga tradición histórica, que se refleja en su patrimonio arquitectónico, especialmente, entre otros ejemplos, en la Iglesia de San Sebastián, de estilo mudéjar, y el Puente romano sobre el Galindón; en este último hay también una playa artificial que en verano tiene mucho éxito entre los turistas.

Hacia el oeste, internándonos en el Parque Natural Sierra Norte, encontraremos las Cascadas del Huéznar, un bello monumento natural de cascadas y pozas, rodeado de una ribera de bosques y vegetación de ribera.

En dirección a Constantina, otro encantador pueblo del parque, nos encontramos con el Cerro del Hierro, una monumental formación kárstica que, además de un gran valor paisajístico y como lugar de escalada, tiene una larga historia detrás, que parte desde las minas prerromanas que se excavaron en él.

Sin salir del Parque Natural Sierra Norte, podemos seguir visitando sus enclaves rurales, todos ellos con una historia que descubrir y patrimonio histórico que retrata el paso de la historia por ellos: El Pedroso, Cazalla de la Sierra, Alanís o las Navas de la Concepción.