Albergue El Portalón

Este albergue rural, emplazado en la Vega de Liébana en Cantabria y con unas vistas inmejorables de los Picos de Europa, dedica sus instalaciones al turismo y las actividades en plena naturaleza.

Construido sobre una vieja casona del siglo XVII, que sirvió de fonda y ultramarinos en épocas pasadas, fue rehabilitada en 1989 y desde entonces ha trabajado por ofrecer el mejor servicio a todo aquel que acuda a conocer la región y sus intrincados encantos.

Los servicios de este complejo están pensados para personas que acuden a disfrutar de la naturaleza, integrarse en el entorno rural y hacer turismo activo. El alojamiento de que dispone la construcción llega hasta 110 ocupantes, que se distribuyen en habitaciones de 2, 4, 6 y 8 plazas en literas con 2 camas individuales cada una. Una de las habitaciones está habilitada para personas con movilidad reducida. En todas ellas hay calefacción y se puede solicitar ropa de cama, que no está incluida.

Algunas de las habitaciones disponen de un baño propio, pero en cualquier caso hay baterías de baños en cada planta de la casa, de manera que todos los residentes tienen acceso a uno cercano. En total hay 18 baños, aunque los lavabos se extienden hasta los 21. Los baños disponen de agua caliente, por lo que el aseo no tendrá incomodidades.

Aunque el alojamiento va por persona y plaza, se puede acordar la ocupación íntegra y en exclusiva de determinadas habitaciones, bajo consulta y disponibilidad.

Además de alojamiento, el albergue provee de muchos otros servicios. Se puede optar por alojamiento con media pensión o pensión completa, y todas las comidas se sirven en un comedor colectivo, de un estilo rústico con predominio de la madera, en el que el equipo del albergue procura servir comidas abundantes y caseras que muestran lo mejor de la gastronomía tradicional de la zona.

El albergue se precia, además, de la cantidad y calidad de sus salones comunes, cada uno con una función y unas prestaciones distintas. Hay una pequeña sala, con decoración rural que no deja indiferente, en la que encontrar una biblioteca para leer a la lumbre de la chimenea. Otra sala, más moderna, dispone de televisión y acceso a internet por wifi. La más grande y despejada es una sala de usos múltiples donde se ha habilitado una discoteca. También disponen de un cuarto que, a modo de taller, dispone de herramientas para la reparación del material empleado en las actividades; este material está disponible en el albergue, e incluye material deportivo así como de medición y meteorológico.

Además de las salas de esparcimiento y descanso, disponen de un lavadero, con lavadora y secadora, para que mantener la ropa limpia. Existe un teléfono público, accesible por todos los huéspedes, que a su llegada podrán dejar los vehículos en la zona de aparcamiento dispuesta para tal fin,

En el exterior de la casa disponemos de un amplísimo patio, con mesas y una zona verde, para actividades y juegos al aire libre. Cerca del albergue, en el pueblo, está disponible un polideportivo y una piscina municipales, de manera que todas las actividades posibles en exterior están cubiertas. Entre los servicios con los que se puede contar en las inmediaciones, no faltan farmacias ni tiendas de ultramarinos, al igual que un consultorio médico, así que los huéspedes no deben preocuparse porque les vaya a faltar nada durante su estancia.

El albergue organiza programas familiares y de grupos que incluyen alojamiento, pensión completa y actividades, aunque no todas están incluidas. Entre estas actividades se encuentran excursiones por los alrededores del Valle y en las zonas más emblemáticas de Cantabria y los Picos de Europa.

Su ubicación lo vuelve un lugar ideal para realizar turismo de naturaleza y en montaña. Se encuentra a 8 kilómetros de Potes, un pueblo de encanto reconocido y con larga tradición, donde se puede disfrutar de las vistas del Valle de Liébana y la arquitectura local.

En Santillana del Mar el huésped no debería perderse su casco urbano, la Colegiata y el zoo, así como las Cuevas de Altamira, de fama internacional. Comillas y San Vicente de la Barquera son otras visitas obligatorias que realizar durante su estancia. Santander, con sus playas y el Palacio de Festivales, es una ciudad hermosa con zonas turísticas emblemáticas.

Los Picos de Europa son una visita imperdonable si se aloja en el albergue: visibles desde el pueblo, sus cumbres y puntos de interés ofrecen unas panorámicas impresionantes de Cantabria, desde el valle hasta la costa.

Otra visita que no debe perderse es el Parque de Cabérceno, situado sobre unas antiguas minas romanas y lleno de animales en semilibertad.

En un pequeño trayecto, se puede plantar también en Asturias, al límite de la cual se encuentra el albergue, y aprovechar para ver la Basílica de Covadonga y la Cueva de la Santina, con opción a visitar los famosos lagos de Ercina y Enol.