Hotel Rural La Alcanacia & Spa

En la localidad granadina de Zújar, rodeado de árboles y con vistas al embalse del Negratín, hallamos este magnífico complejo con balneario, que hará las delicias de cualquier huésped aficionado al descanso y la relajación en plena naturaleza.

El hotel cuenta con 20 habitaciones, estructuradas alrededor de una gran plaza de entrada con fora de anfiteatro. Está preparado para dar cabida a un total de 40 personas. Del total de habitaciones, parte de ellas son dobles, bien con 2 camas individuales o una de matrimonio; algunas de ellas cuentan con vistas privilegiadas al lago (junior suite). Cuentan con calefacción y aire acondicionado, así como un armario y televisión de pantalla plana. También hay, para cada habitación, un baño completo con ducha, toallas incluidas, secador de pelo y artículos de aseo que se conceden gratuitamente, de manera que no se echará en falta  nada durante su estancia.

También hay una clase de suite superior, con una cama doble, y vistas al lago; es algo más grande que las habitaciones dobles, con 48 metros cuadrados en lugar del los 35 metros de las otras, y también cuenta con vistas al lago. Además de las prestaciones de las anteriores, se incluye un albornoz y zapatillas entre los artículos que concede, y una amplia terraza. La decoración es moderna, única en cada habitación, e incluye murales originales.

El alojamiento en unas y otras habitaciones incluye desayuno continental, que se toma en el comedor del restaurante, que además oferta comidas y cenas que fusionan la cocina tradicional y la cocina moderna, destacando su bacalao gratinado sobre muselina y su sopa de coco. Dispone de una terraza de gran tamaño, con magnífico servicio y una agradable panorámica sobre el lago, que aumentan su encanto durante los atardeceres.

Existe, además, una amplísima zona de estar común, con sofás, televisión y una biblioteca, y destaca un piano al lado de las escaleras; en esta zona, además, se dispone de conexión a internet, al igual que en el restaurante. Alrededor de las zonas comunes se distribuyen hermosos patios y jardines con fuentes, así como varias terrazas panorámicas. También hay una sala para la celebración de reuniones, eventos y congresos. Hay una zona de servicio de lavandería, para no atestar de ropa sucia ni de electrodomésticos la habitación, y todos los huéspedes disponen de plaza de garaje en un aparcamiento privado.

A 100 metros del hotel se encuentra un completo balneario al que los huéspedes pueden acceder, en algunos casos pagando una cuota adicional. La piscina al aire libre ofrece una perspectiva privilegiada del embalse, y la rodea un solarium con tumbonas y tiene anexa una terraza con zona chill. La piscina cubierta y la zona de spa son de pago, al igual que la bañera de hidromasaje, la sala de vapor y la sauna. El hotel ofrece diferentes tratamientos de relajación y bienestar, como hidroterapia y masaje, y también de belleza y estética. Todo esto asegura que el huésped se sienta mimado y relajado en unas instalaciones perfectas para su estancia.

En este paraje cabe esperar multitud de actividades al aire libre y turismo de aventura y rural. Ubicado en la zona de los Baños de Zújar, cuyo municipio cuenta con un centro urbano de reminiscencias moriscas, es un entorno digno de reconocer y por el que pasear; en Zújar son de destacar, además, las casas cueva, un tipo de construcción razonable dada la ubicación de la localidad, entre el Cerro Jabalcón y el Cerro Jaufí, desde los que se puede observar los picos de Sierra Nevada y de Sierra María.

El pantano de Negratín, al lado del hotel, es el segundo más grande de Andalucía, y su ribera ofrece paseos agradables, tanto a pie como a caballo. La cercanía del Parque Natural de la Sierra de Baza concede la oportunidad de visitar un paraje natural altamente interesante, por sus rutas y panorámicas de la sierra. 

Granada es una localidad que no debe dejar de visitarse cuando se está en las inmediaciones. De gran trayectoria árabe, su arquitectura y tradición tienen sabores de convivencia cultural de Oriente y Occidente, que se imprimen en sus calles, mercadillos, y los muros de la Alhambra y el Generalife.