Casas Rurales para Dos Personas en Mundaka

Una casa fantástica,un trato delicioso y lo mejor de todo que lo gozamos mejor que los pequeños. Volveremos a vernos.Gracias Faustina

Lurdeia es diferente, llegué al máximo por múltiples vicisitudes. Al llegar se estabal despidiendo una familia alemana, unos hombres grandotescon sus motocicletas, vestidos con cueros negros y con lágrimas se despedian. Yo sentí algo estraño y me senti pequeña ante esa demostración de cariño. En el momento en que me di la vuelta pensé que lo que veía era una postal, me pellisqué para reaccionar, mas si la casa es la pero bonita que y también visto, la vista es increíble, no hay nada equiparable con ese conjunto de hombres que con su magia te hacen sentirte en su tierra y recorrer una fuerza interior, con sus bellos regalos de la tierra, sus lechugas, tomates etcétera

Hemos conocido muchísimas viviendas vacacionales rurales, antes con nuestros hijos y ahora con nuestra mascota. Podemos decir que es la mejor casa en la que hemos estado jamás, por todo, por el alojamiento, por el trato y por el entorno. Nos hemos alojado en la suite especial marisma y es incluso mejor que lo que se puede ver en las fotos. El baño es amplísimo, con bañera de hidromasaje para dos, tiene una habitación muy grande con cama de dos por dos y colchón magnífco, un vestidor separado grandísimo y perfectamente equipado y un cuarto espacio enorme a modo de salón, además de una terraza con increíbles vistas a la ría con una mesa y dos cómodas sillas.

Antes de nada deseo dejar en claro que esta opinión esta hecha, con la idea de aportar algo que asista en que esta casa consiga la excelencia, el diez. La casa está realmente bien, todo semeja prácticamente nuevo, a estrenar. ¡Qué decir de la limpieza!: sencillamente perfecta, la dueña: cautivadora, las vistas: increíbles. El desayuno, más que correcto: pequeño bufet que monta en el instante con lo preciso y si la climatología lo deja (como fue nuestro caso), sencillamente pensarás que desayunas en el paraíso, con una T.V. natural de fondo, con un paisaje increíble.

Fué una estancia inolvidable en un agroturismo de cuento, en un entorno muy bonito y en el que disfrutamos todos los días de nuestra estancia en el Pais Vasco haciendo turismo. Fuimos una semana en el mes de abril y no tenemos más que buenas palabras, el alojamiento es comodísimo y muy bonito.

Desde mi lugar de origen, quisiera dar mi opinión de esta casita rural. Además de su trato y ambiente familiar, su habitación Izaro es muy confortable con un colchón magnífico, un desayuno como en tu propia casa, calefacción en el suelo por lo que podías ir descalzo. La compañía de Pombo, ese dálmata sordo pero encantador y de Begoña que nos recibió a pie de carretera para que no nos perdiéramos pues llovía mucho y era de noche.