Nos fuimos a pasar cinco días en el puente de mayo con nuestro pequeño de once meses, teníamos alguna duda por la zona, mas desde ya antes de llegar a la casa ya nos percatamos de que era lo que buscabamos PAZ y TRANQUILIDAD, la zona es hermosa desde kilometros ya antes de llegar a destino.
Seguramente lo pero esencial de una casa rural no sean los dueños, mas en un caso así he de decir que jugaron un papel muy importante, (Marisol y su madre (¿Maria?), Rober, Bea, Ivan y Toy) Nos trataron como a amigos,como si fueramos su familia, organizaron excursiones, salidas en bicicleta, visitas, y un largo etcétera )
Que más puedo decir, os animo a que conozcais esta casa, familia, zona, no os vais a arrepentir, volveremos pronto, no todo cuanto nos agradaría mas volveremos.
Gracias por habernos tratado tan bien y por hacer que nuestro pequeño se lo haya pasado como jamás.
A propósito, tanto nos gusto el trato que prácticamente me olvido de lo más esencial para algunos:
La limpieza y el aspecto de la casa insuperable, los aparejos de menaje excelente,tiene todo lo preciso, nos encanto el tema de las 2 mantas en los sillones a la vera de la chimenea,(pese a que en un comentario precedente afirman que se echa en falta un sofa, creo que es prácticamente hasta más idílico el tema de manta y sillón individual, mas con mis respetos hacía ese comentario)
cuando llegamos a la casa la chimenea estaba encendida, las toallas con un nudo azul, una cuna para nuestro hijo, juguetes, trona... En resumen, gracias nuevamente por cinco días imborrables.