Casas Rurales para Dos Personas en Navarra

Ninguna protesta.parejas con pequeños.todo estupendo.habitaciones extensas.todo limpio.bien pertrechada.la sala de juegos realmente bien.mención singular al gran cesped con perfección cuidado.parecía una alfombra.para estar,para jugar... Es imposible no gozar la estancia

Somos una pareja y 2 pequeños y lo hemos gozado a lo largo de siete días. Merece la pena. El ambiente es increíble, la dueña, Milagros es un encanto y la casa es lo que se espera. Muy cómoda y con todo el equipamiento preciso para pasar unos días sosegados o bien de movimiento por la zona. Indispensable muchas excursiones por la zona, especialmente la Selva de Irati para los amantes del senderismo y la naturaleza.

Pasamos el fin de semana del doce al catorce de Abril, 4 parejas y 5 pequeños de entre cuatro y nueve años. La casa es bella, su decoración combina con buen gusto lo rústico y lo moderno. Dispone de un equipamiento completo que hace que la estancia sea más cómoda. Los pequeños "ocuparon" la sala abuhardillada de arriba y lo pasaron a lo grande. El sábado por la mañana gozamos del turismo rural y los pequeños pudieron dar de comer a las cabras y a los potokas.

Somos una pareja que el año pasado de estrenó en alojamientos rurales (Pontevedra) y de la que quedamos agradablemente satisfechos con la experiencia. Este año hemos querido continuar con este género de casas, esta vez en Navarra, y allá tuvimos la enorme suerte de atinar nuevamente con Kaaño Etxea, envuelta de naturaleza por los 4 costados, con una rehabilitación deliciosa de la que no explicaré ningún detalle, puesto que ya se aprecian de sobra en las fotografías de la página web, como otras virtudes que no voy a contar ahora.

Creo que han sido 3 los fines de semana que pasé el pasado verano en Ekolanda, que decir de la casa...una pasada, en un pueblecito con mucho encanto retirado de la carretera primordial en el que vas a poder reposar y despejar la psique. Ideal para familias con pequeños, parejas, y conjuntos reducidos de amigos. Habitaciones amplísimas, camas comodísimas, todo decorado al más mínimo detalle con ese toque rural de las habituales casas pirenaicas.

La casa es perfecta, eso de entrada. La casa es bella, no le falta ni un detalle de nada, pertrechada de todo. Muy agradable y calidad. Para unas vacaciones en familia o bien una pareja en solitario, es pasmante las opciones que tiene. La limpieza es espléndida y el cuidado de toda la casa en si. Y lo mejor y a tener en consideración son sus cautivadores anfitriones, son personas fantásticas, las que te asisten a todo.

Fantástico fin de semana en los pisos Etxeberria de Iraizotz. Pisos bien dotados, con instalaciones nuevas y cómodas muy apropiadas para ir en pareja o bien familia, trato familiar y próximo con Juan Pedro el dueño. El entorno rural de los pueblos tradicionales navarros esta en Iraizotz; reflejo de su cultura y trato amable de sus habitantes. Aconsejable el acudir a una tertulia en la posada.

No sabíamos que la cocina de Arzak se hubiese fusionado con los servicios del Ritz y que con solo tres estupendas personas: Joan, Nuria y Meritxell te lo hiciesen sentir, haciendo la estancia de lo más agradable en su compañía. Nosotros, que somos de casa rural "sin dueños cerca", aquí tenemos que decir olé por ellos, pues es como si fueran unos amigos más: han compartido la vivienda vacacional con nosotros y nos han dado todo tipo de ayuda y facilidades para sentirnos como en casa.

Fernando dirige una fabulosa casa rural que tiene todas y cada una de las comodidades que se puedan querer para una escapada tanto en familia, o bien con amigos como en pareja. Es sosegada, rehabilitada hace poquísimo, situada en un ambiente increíble cerca de muchos puntos de interés turístico, en suma la relación calidad costo es insuperable. Resaltar el trato personal de Fernando y su familia.

Hemos podido pasar unos días en esta impresionante casa no tanto por sus lujos, aunque la vivienda es perfecta y su ubicación es inmejorable, como por la calidad humana de sus propietarios Joxepi y Fermín y su gran categoría como profesionales. Con ellos y otros turistas alojados en la casa hemos podido compartir unas cenas que no olvidaremos.