Casas Rurales para Dos Personas en Pirineo Navarro

Hace unas semanas tuvimos la ocasión de gozar de una escapada a este hermoso rincón de Navarra y no pudimos seleccionar mejor destino y mejor alojamiento que este espléndido "hogar", con sus letras; la calidez humana de su dueña (Verónika) ,sus indicaciones para hacer unas excursiones fantásticas y únicas, con ese trato caluroso y próximo, esos desayunos y esas cenas, la habitación a la que no le faltaba ningún detalle.

La carretera que da acceso a la casa sinuosa en un bosque cautivador sobre todo sus últimos dos quilómetros, como de cuento, te va anunciando que es lo que te marchas a hallar, una casa rural del siglo XIX tanto en su construcción como su decoración,han sido cuatro días imborrables compartiendo las cenas deliciosas con sus dueños,realmente engrandece.

Piso idéntico a las fotografías, con todos y cada uno de los servicios, el trato INCREÍBLE buenísima gente, cautivadores,el reposo es ideal no hay estruendos

Estuvimos en el mes de agosto en casa Kordoa con nuestro bebé, y nos sentimos como en casa. El espacio es muy agradable, extenso y renovado y lo mejor el trato de los dueños, Josefina y su marido, siempre y en toda circunstancia atentos y cordiales. La zona exterior esta realmente bien para ir con pequeños. Simple parking y realmente bien comunicado con los primordiales lugares a visitar. Nos encantó el val y seguro que si volvemos, repetimos alojamiento.

Hola, es la segunda vez que voy y volveré a reiterar, la primera vez fue hace un par de años. Esta vez han sido cinco días y se nos ha hecho muy cortito, hay mucho verde y todo realmente bien tratado. Sobre la casa es realmente bonita, la dueña es atentísima y hace unos desayunos artesanos buenísimos. El coste no se puede solicitar pero, es buen costo y a nosotros en tiempos de crisis nos dejo la cocina sin suplemento, todo ha sido realmente bonito, el comedor es muy agradable con su chimenea y mucho silencio para reposar y salir como nuevo.

Hemos pasado unos días en Baztán. Buen tiempo, pasiasje increíble y una casa rural agradable y con un servicio sensacional. Gracias Marian por todo. Tus informaciones y recomendaciones, tu ayuda en todo y tus desayunos y cenas excelentes. No os lo perdais, es lo pero. Si quereis conocer la zona y verla desde los ojos de una baztanesa que conoce y desea a esta tierra como absolutamente nadie, esta es la casa conveniente.

Cara tiempo que queria ir, puesto que por casualidad di con este hostal en la red de redes, y me quede impresionada con las imágenes de la zona, mas os aseguro que en vivo son todavia mucho mejor... Un pueblo pequeño, y con un encanto particular, se levanta a los pies del embalse del mismo nombre, Eugi. Sitio enormemente sosegado, donde puedes gozar de un engrandezco fin de semana, como de una larga temporada, en tanto que existen muchas sendas descocidas, aguardando ser descubiertas!

Hemos estado cinco días en la casa y la experiencia ha sido insuperable, tanto por la estancia como por el ambiente. Dejaos guiar por Juanjo para vuestras escapadas y vais a sacar el máximo provecho de vuestra visita. Asimismo os aconsejo sus desayunos y cenas (vaya carrilleras...ummm). El Val de Baztán ha sido un descubrimiento, prácticamente tan satisfactorio como conocer al dueño de esta casa, gran conversador y genial persona a la que consideramos amigo.

La verdad es que viendo los comentarios de ciertas personas íbamos con determinado reparo, mas múltiples amigos que habían estado ya antes nos lo aconsejaban sin titubear. El entrono es bello pese a que hacía mucho frío, el hotel con una decoración hermosa y sumamente agradable, el SPA con el frío que hacía en la calle es un lujo, el desayuno todo riquísimo y rebosante, los empleados se esfuerzan por asistir y a fin de que te sientas cómodo y atentido y en lo que se refiere al coste lo cierto es que se sí paga mas la experiencia vale extensamente la pena.

Terminamos de regresar de pasar unos días en Fuentehermosa II y, del mismo modo que se comenta en el resto de opininiones, nos semeja muy aconsejable. Lo mejor de todo, los dueños, Joxé y Amaia, que a lo largo de toda la estancia han estado libres para asistirnos cuando les hemos necesitado (sin agobios), desde la acogida inicial (detalles como el bizcocho de bienvenida, o bien dejarnos documentación actualizada con los recursos turísticos, y dedicar su tiempo a orientarnos y solventar nuestras dudas), hasta la salida, un tanto brusca por el imprevisible temporal de estos días, haciendo todo lo que es posible por facilitarnos las cosas.

La casa está situada en un lugar muy apacible, rodeado de bosque y muy próximo a la localidad de Zugarramurdi y Urdazubi a las que se puede ir andando. Paxkal, dueño, es cautivador y el recibimiento completísimo, se hace cargo de explicarte el funcionamiento de la casa y te ofrece un montón de lugares y recomendaciones para visitar. La casa está totalmente pertrechada y está todo muy limpio.

Se duerme realmente bien. Distrito muy apacible. El piso es extenso y tiene de todo. Terraza chulísima con vistas a una pradera. El trato con los dueños, adecuado (Te dejan a tu aire, mas están ahí al lado para lo que puedas precisar). Su pastel vasco es aun mejor que los del Hotel Arraya en Sare. El ambiente, hermoso. Zona que da mucho juego para hacer senderismo (Senda de la Xareta, sin ir más allá).