Casas Rurales con Piscina en Fuente Alamo

Nosotros aprovechamos la celebración del Festival del Cante de las Minas en la Unión para alojarnos en Venta Seca. Al tener coche, la distancia hasta la Unión no es importante y más yendo por la autopista, solo media hora. El alojamiento agradable y bien comunicado para desplazarte a Mazarrón y diversos puntos de interés. La finca rústica muy bonita, la piscina estupenda y el jacuzzi una gozada de media hora.

100% rural pero perfectamente estudiado. Es un lugar maravilloso e inteligente que huele a manzanilla y azahar. Es infinitamente tranquilo y a su vez está lleno de vida. Sales a dar un paseo en bici y delante corren los conejos. Es un lugar mágico para descansar y tener unas vacaciones de insólita paz.

Íbamos para 7 días y al final nos quedamos 10. Genial el trato de los dueños Rosa y Andrés, muy atentos con nosotros en todo momento, buenísimas las almendras garrapiñadas que nos dió Rosa, y espectacular el aperitivo que nos preparó el sábado a todos sus huéspedes, preñás, pizzas, patatas, todo buenísimo. Ideal si vas con niños, por la piscina cubierta, el parque con la cama elástica y los animales, a los que mi hija Nuria de 3 años iba todos los días a ver para darles comida y recoger los huevos de las gallinas.

Trato maravilloso por parte de los propietarios. Rosa te da la bienvenida con su bizcocho de chocolate, con indicaciones para conocer la zona y contándote anécdotas del negocio. No tiene precio poder coger los huevos de las gallinas recién puestos para enriquecer un plato, eso sí, date prisa porque los 'huevos son del primero que llega'. Si no conocéis como funciona el horno moruno, aquí os preparan una degustación deliciosa para todos los que estamos alojados.

Estuvimos una semanita a principios de Septiembre, y sobran las palabras. Hay que ir para poder disfrutar de la casa, de sus intalaciones, de los animales, del entorno rústico. Sus propietarios Rosa y Andrés muy cercanos y encantadores, nos hicieron sentir como en casa. El bizcocho de bienvenida, buenísimo, duró para dos desayunos. Y qué decir del aperitivo para todos los huéspedes que preparan en el horno moruno, ¡impresionante!

Pasamos un fin de semana de marzo un grupo grande entre niños y adultos. Esvimos muy a gusto y no echamos nada en falta. La finca rústica es muy cómoda y extenda para poder estar bien un número elevado de personas. Los dueños son un encanto nos hiciero la comida uno de los días usando el horno de piedra que dispone la casa.

Somos un grupo de amigos con niños y acabamos de regresar de pasar el puente de diciembre en la Finca Liarte. Solemos irnos de turismo rural siempre que podemos, generalmente en las vacaciones de verano, esta ha sido la primera vez que hemos ido en invierno. Personalmente, nunca comento nada ni doy mi opinión sobre la estancia, pero esta vez, es de obligado cumplimiento comentar lo bien que hemos estado, lo completas que están los alojamientos y sobre todo destacar, el trato recibido por parte de los dueños, de Rosa y de su marido, son encantadores y muy serviciales, nos recibieron con un bizcocho casero y nos ofrecieron un almuerzo-comida increíbles.