Casas Rurales para Dos Personas en Madrid

Lo pasamos excelente en esta casa, la sala de juegos fue ideal para organizar una buena celebración allá, aparte del salón del karaoke donde se quedaron los más cantarines prácticamente todo el día, en el patio de abajo hicimos una buena barbacoa y en las terrazas de arriba te podías relajar un rato y gozar momentáneamente de calma sin salir de casa. Espero que nos juntemos pronto tantas personas para poder regresar a hacer allá una celebración, indudablemente, esta fue una de las que jamás voy a olvidar.

El sitio es bonito, el alojamiento está muy equipado con todo lo que se pueda necesitar para la estancia, está limpio, la acogida y las recomendaciones del propietario para visitar y comer son muy buenas, se da todas las facilidades para la entrada y la salida el domingo por la tarde, aceptan mascotas con cargo adicional, la gente del pueblo muy maja, etc. La piscina no está en el alojamiento sino en el pueblo cerca de Buitrago.

El alojamiento para seis personas (cuatro adultos y 2 pequeños) está realmente bien. El sofá cama para pequeños es adecuado, para adultos no es conveniente. Un poso escaso de menaje mas nos hemos apañado y eso que han sido más de un par de semanas. Se echan en falta más guardarropas en la cocina para dejar las cosas, mas para estancias cortas es suficiente. Buena calefacción.

Ideal para Parejas que procuren desconectar de la urbe, ofrece la posibilidad de dar largos paseos por el campo. No es económico mas para una circunstancia especial vale la pena. El desayuno es fabuloso. El único inconveniente es que se oye demasiado la habitación vecina.

Si quereis un sitio para desconectar, esta casa rural es de lo mejorcito. Tanto por su ubicación, como sus dueños y la zona donde se sitúa. Los dueños tanto jose luis como elisa te hacen sentir tal y como si fueras de su familia. Son una pareja cautivadora. Y puedo asegurar que tanto mi pareja como vamos a repetir fijo. A si que sabeis si quereis un lugar sosegado, bien comunicado, en un ambiente agradable, con un genial trato de los dueños y en un rincón sin parangón, no dejeis de venir por el hecho de que seguro que repetireis.

Ayer fuimos a comer y dormir al restaurante de la Posada de los Vientos mi mujer y mis dos hijas y la verdad es que nos encantó. La comida fue muy buena y agradable el descubrir el sabor de platos nuevos. El trato de los dueños fue fenomenal y nos hicieron sentir como si estuviéramos en la casa de un amigo. Comer y tener una sobremesa tranquila y sin prisas es una sensación muy agradable en estos tiempos en que vamos corriendo a todas partes.