Casas Rurales con Piscina en Vilanova De La Muga

El trato ha sido excelente desde el principio, tanto Mercè como Jaume son muy atentos, te ayudan en todo lo que necesites y te acogen como uno más de su familia. El entorno es precioso; huerto, granja, zona de relax en la entrada más pisicina y jacuzzi. Si tenéis la suerte de tener unos vecinos agradables como fue en nuestro caso... ¡la experiencia saldrá redonda!

Como aquella película romántica de los noventa, Toni y yo recordamos con nostalgia nuestra primera noche en el Hotel La Plaça; encantador, íntimo, situado en la Garriguella, pequeño pueblo entre Figueres i Llançà, abre sus puertas para acoger al visitante más exigente y enamoradizo. Elección siempre acertada para disfrutar de sus instalaciones acogedoras y confortables, de su bonita piscina, su comedor de verano, su esmerada y exquisita decoración y, como no, de su excelente restaurante, donde los platos se convierten en un regalo para los paladares más exigentes y que goza de un servicio profesional. La situación del hotel, algo tímida por estar en un pueblo poco frecuentado, lo convierte en una perfecta excusa para adentrarse en él. Figueres, con su magnífica Fundación Gala-Salvador Dalí, y la costa de Llançà, pueblo con playas encantadoras, son el complemento perfecto para una estancia excelente. Agradecemos a las personas que hicieron de nuestro fin de semana algo para recordar.

Nos hemos alojado en el Paó Blau con mi pareja durante esta semana santa. Con precios claramente más razonables que en otros que encontramos súper desorbitados, no teníamos muchas expectativas del sitio, ¡pero nos ha encantado! La localización es muy conveniente si queréis visitar la zona del Cap de Creus, necesitaréis el coche para desplazaros, pero también estaréis tranquilos lejos de todo el bullicio.

Estuvimos pasando el final de año en Pero Hortus, i la experiencia fue geniel, eramos un conjunto bastante grande con pequeños y todos lo pasamos realmente bien, la casa esta muy limpia y todo y lo grande que es, es muy agradable, y no le falta nada, Toni y su padre estuvieron atentísimos con nosotros. Los peques tienen muy grato recuerdo de las tardes dandoles el bibe a los terneros, para ellos fue algo imborrable, sin ningún género de dudas, y si la casa esta libre, este final de año repetiremos.

Hemos pasado quince días con nuestras 2 hijas (once y ocho años) en las casa pequeña. Han sido unas vacaciones imborrables, el trato de los dueños insuperable, mis hijas jamás van a olvidar el trato tan cariñoso y los instantes que han pasado con Juan nutriendo a los terneros. La casa es vieja y precisa ciertas pequeñas mejoras para hacer la estancia todavía más perfecta, detalles menores y de simple solución, que hemos comentado al dueño.