Finca rural El Embarcadero

Privilegiada finca a pie de laguna, dentro del parque natural, con barca para sus paseos. Nuestra vivienda se encuentra cerca del pequeño pueblo manchego de Ruidera, dentro de la provincia de Ciudad Real, ofreciendo una tranquilidad absoluta y la paz que se respira en un ambiente completamente natural y repleto de unas vistas increíbles.

La fachada de la casona está construida con la blancura de la cal y detalles en piedra descubierta, estando rodeada de una amplia terraza que rodea la casa con vistas panoramicas a la laguna y monte bajo mediterraneo

• Una zona de encinas, que dan una sombra maravillosa en la que podréis sentaros en el merendero de roca. sensacion de estar en pleno monte.

• Una zona dedicada al descanso y relajación, teniendo varias camas, junto a un jacuzzi de varias plazas, ideal como chill-out.

• Un embarcadero a orillas de la laguna, teniendo asientos, tumbonas y una parte de césped artificial. 

En el interior de la casona, y teniendo en cuenta su capacidad máxima de 8 personas, las estancias están distribuidas de la siguiente manera:

• Un salón comedor con detalles en rojo intenso junto con mobiliario oscuro y de madera. Tiene varios sofás cama rodeando una chimenea de piedra descubierta y dando la espalda a la mesa del comedor.

• Una cocina-americana acogedora pero completamente equipada con los utensilios y electrodomésticos necesarios para una funcionalidad completa. Está abierta por una cortina al salón comedor.

• Un dormitorio doble, 2 de matrimonio con cama de 135 y en cada uno hay una cama de 90 teniendo cabeceros de madera y Todos están amueblados para poder deshacer el equipaje.

• 2 cuartos de baño completos.

El pequeño pueblo de Ruidera se encuentra en la Comunidad Autónoma de Castilla La Mancha, más concretamente en la provincia de Ciudad Real, y cuenta con una población que ronda los 640 habitantes, por lo que la tranquilidad es una característica casi asegurada.

La joya, y por lo que el pueblo es conocido, es el conjunto de lagunas distribuidas por el entorno natural, las cuales permiten tanto el baño, incluyendo submarinismo para visitar sus cuevas, como la pesca. Este enclave tiene en cada época del año una serie de características distintas que hará que queráis volver una y otra vez.

Siempre que se visite la zona, es casi obligación el probar la gastronomía típica, como por ejemplo las migas o las gachas, platos exquisitos y que reponen fuerzas para poder hacer la ruta del literario Don Quijote.