Casa Rural Naranjo de Bulnes

No la recomendaría para nada. Duramos una noche y nos fuimos en plena semana santa a buscar otro alojamiento...

La casa no es como la pintan en foto, para empezar no hay nada de cobertura, ni wifi (excepto en el bar) en todo el pueblo, la ubicación para llegar es todo puerto de montaña tardando 1 hora a cualquier zona a la que quieras moverte...

Pero eso no es todo, llegamos a la casa y estaba congelada, para subir las escaleras tienes que tener máximo cuidado porque no entra ni la mitad del pie en el escalón. Para hacer tus necesidades es un tanto incómodo ya que chocas con la pared, las toallas olían mal y ni se os ocurra meter cosas en el armario porque también huele fatal.

Cuando volvimos por la noche con la compra para los 4 días no pudimos ni cocinar ya que continuamente saltaban los plomos, nos pasó repetidamente en 5 ocasiones durante la noche... Hasta que nos dimos cuenta que los plomos soltaban calor y decidimos mantenerlos apagados para que no saltase ninguna chispa y ocurriese lo peor... a consecuencia, dormimos con ropa de calle porque la casa estaba sin calefacción, no había ni luz ni velas si quiera, íbamos con la linterna del móvil al baño en plena madrugada...

Al día siguiente decidimos irnos antes de echar a perder toda la comida que habíamos comprado, y de pasar ese frío que tuvimos y no poder ducharnos.

En fin, horrible, cuando decidimos comentárselo a la casera aceptó que nos fuésemos sin pagar (pero cobrándonos esa noche) y con mala cara.

Limpia, cómoda, acogedora, muy bien reformada y decorada, paraje natural, espectacular, el pueblo entrañable.

Eloina y su madre unas personas amables generosas, muy buena gente. Si volvemos Asturias, sin duda volveremos a esta casa.