Casas Rurales Cerca de la Playa en Camijanes

Hemos pasado el fin de semana con 2 pequeñas pequeñas en el alojamiento de seis personas. Para reiterar!!! La casa extensa, con chimenea y ese "balconcito" que enamora con su amanecer. El ambiente fantástico y cerca de muchos lugares de interés. Clara, un encanto. Su padre Pancho, la afabilidad hecha persona, siempre y en todo momento preparado con las peques a mostrarles sus terneros y gallinas.

Hemos venido un conjunto de fotógrafos a hacer un curso a las casas de Camijanes y la experiencia no ha podido ser mejor. Para comenzar, el sitio es mágico, en un val con mucha calma, cerca de la playa y cerca de un pueblecito bello. Las casas están en perfectas condiciones, son muy cómodas y tienen de todo, a una parte de que son hermosas. Dormimos realmente bien y el comedor extenso que tiene la casa de ocho plazas nos fue excelente para estar todos juntos haciendo clase a la vera de la chimenea.

cuatro días imborrables en Camijanes. Que maravilla de sitio. Hemos estado mi marido, mi hijo y yo en la casa de cuatro plazas de la finca. La experiencia ha sido fabulosa, la casa estaba muy agradable y con todos y cada uno de los detalles que podíamos precisar, muy limpia y agradable. A resaltar el trato de Pancho, que señor más afable y simpático, atento siempre y en todo momento a lo que pudiésemos precisar, tenía educadas hasta a las vacas y las gallinas, que hicieron aún más agradable la estancia, si cabe.

Procuraba un sitio apacible, rodeado de naturaleza y actividades para hacer con mi mujer y mis hijos y lo hallé en este fantástico sitio. El alojamiento es genuinamente rural, cerca del pueblo de Camijanes que es bello y rodeado de mucho pequeños pueblos realmente bonitos, con buena gastronomía y a buen costo. El dueño es cautivador y te notifica sensacional de todas y cada una de las opciones que hay en los aledaños (playas, las grutas del Soplado y del Chufín, caminos para hacer, pueblos que visitar, dónde comer etcétera).

Hemos atinado de lleno, lo hallamos por casualidad buscando destino de remata hora para pasar el puente de mayo, somos una familia con 2 pequeños, uno de doce años y otro de nueve, se lo han pasado a lo grande, el piso estaba sensacional absolutamente pertrechado, situado en una zona privilegiada, la dueña de los pisos nos facilitó las indicaciones para llegar si perdernos y de esta manera fue lo hallamos a la primera, asimismo nos dio sendas de las zonas, que proseguimos al pie de la letra, si bien por carencia de tiempo no pudimos hacer todas y cada una, Indudablemente vamos a repetir.

Hemos estado con nuestros cuatro hijos, y ha sido una de las escapadas rurales (hacemos muchas) pero relajantes y apacibles. El sitio es típico de Cantabria, todo verde, imágenes y paisajes sorprendentes mires donde mires, y los aledaños de la casa son así, con montaña a nada de tiempo y mar a nada de tiempo también. La casa, además de muy realmente bonita, esta decorada realmente bien, sosteniendo el encanto rustico mas de forma muy elegante, solo un mas de forma completamente edificante, es que precisa un poco pero de equipamiento de menaje, si bien también es verdad que cualquier cosa que precises los dueños te lo facilitan sin inconvenientes.

Si bien me he retrasado un tanto en redactar esta opinión, no deseaba dejar de hacerlo. Nosotros estuvimos allá el fin de semana del quince de Mayo (celebración en la capital española) y éramos 3 familias con siete pequeños en suma de edades entre los tres años y medio y los quince meses. Estuvimos en 2 de las casas anexas que daban al enorme prado que tienen detrás. Para pequeños, desde entonces es un paraíso, con espacios enormes para correr, jugar sin riesgo, encima tienen el detalle de incluir una cama flexible, que fue el enorme descubrimiento de los pequeños, y otros juegos y columpios.

Mi marido Pedro y , estuvimos pasando unos días en el mes de marzo en el Solaz, nuestra idea era hacer un tanto de senderismo y reposar. Verdaderamente dimos en el clavo¡ hay infinidad de sendas y paisajes increíbles. El día de lluvia lo aprovechamos para comer un cocido montañés que debimos bajar paseando por aquella fantástica ruta fluvial.Tengo que poner asimismo un diez a los dueños por su acogida y simpatía ( Chabela cumple los años exactamente el mismo día que ) asÍ que volveremos para festejarlo en verano con una copa de buen vino, además de esto ….