Casas Rurales con Chimenea en Orista

Nosotros somos una familia que habíamos pasado dos veranos en EL SOLÁ.Todo perfecto, los dueños jamás estaban y cuando venían aun nos daban cosas del huerto para el alimento.Pero ahora no podemos ir en tanto que no somos tanta familia para completar las dos casas y no podemos abonar quince plazas cuando en suma somos 10.Sabemos que esto ha sido debido a que ha habido inconvenientes entre la casa de abajo con la de arriba , mas que por culpa de ciertos desmadrados debamos abonar las consecuencias gente que verdaderamente ibamos a reposar y ha dejar el estres en plena naturaleza.

Una semana excelente , eso fue lo que pasamos un conjunto de amigos con nuestros hijos la primera semana de agosto en cal borrasca.En la casa no faltaba ningún detalle ,todo estaba muy limpio y el trato con los dueños increíble.La piscina la gocemos en todo momento y la sala de juegos tenia de todo para no aburrirse.Los pequeños estaban encantados con poder coger cada día los huevos que ponian las gallinas del corral y sacar los conejos para jugar con ellos en el cesped.

La semana del veinticuatro de diciembre nos juntamos toda la familia, dieciocho personas en conjunto.La casa les encantó a todos, sobre todo a los pequeños que no deseaban salir de "su dormitorio" puesto que Mª Teresa organizó el comedor de la segunda planta con 4 camas y estaba muy agradable,tenía tele y entraba mucho sol.Todos los días hicimos el piscolabis en la terraza y asimismo comimos,tuvimos suerte y hizo sol, además de esto hay buenísimas vistas, de noche cenábamos en el comedor que tenía chimenea.

La "Casa Vermella" ha sido esta semana nuestro hogar. Éramos 3 parejas con pequeños y hemos gozado mucho grandes y pequeños. La casa es agradable, limpia y no le faltaba ningún género de detalle y no hemos echado en falta nada. Nos han encantado los diferentes entornos que ofrece el exterior, la zona de barbacoa, la zona de sofás donde hemos podido gozar de largas sobremesas, la zona de piscina donde los pequeños han gozado en todo instante, y no olvidemos las vistas que nos han ayudado a desconectar de la urbe, Los dueños, María y Josep, excelente, muy afables y serviciales, siempre y en toda circunstancia atentos cuando lo hemos necesitado.