Casas Rurales con Piscina en Zufre

Nos ha encantado estar en un sitio como este. Nos quedamos en casa del palomar, en verdad un viejo palomar restaurado como residencia rural, realmente bonito. Por las noches hemos dormido como no lo haciamos hace unos años... es increible mas no se escucha nada de nada (y hay que decir que la calidad del colchon buenísima). En la cocina teniamos todo cuanto necesitabamos, excepto lavadora, mas no ha sido un inconveniente puesto que tienen 3 pilas estupendas donde se puede hacer como en el pasado.

Si bien el ambiente natural de la finca es insuperable, la casa que arrendamos a lo largo de tres noches (El Palomar) no estaba lo que se afirma en perfectas condiciones de gaceta. La campana de la cocina estaba sin adecentar, a las mosquiteras de las ventanas daba la sensación de que hacía unas semanas que no les pasaban un harapo para quitarles las telarañas y no había ni pizca de azúcar o bien sal en la cocina, detalles que suelo localizar en cualquier alojamiento que se arrienda completo.

El año pasado estuvimos en La Vicariato un fin de semana, y lo cierto es que nos encantó, este año hemos decidido reiterar y nos ha sorprendido muy agradablemente. El negocio lo han cogido unas chicas muy majas y atentísimas que se han preocupado por darle a las casas y al restorán un enorme cambio, es decir mucho mejor que el año pasado. Este año hay piscina, actividades recreativas y tiempo libre, las casas han sido redecoradas, tienen TV de plasma con tdt, incluyen el desayuno.

Hemos estado 3 noches en el primer mes del año en la casa El Palomar y nos ha encantado sobre todo la finca que tiene un paisaje increíble con el embalse que es de ensueño. La casa está bien, la una parte de arriba es muy agradable con una cama muy cómoda, si bien, en mi entender precisa progresar en ciertas cosas: El baño es friísimo, no tiene calefacción y el suelo de la ducha está helado, en la cocina se echa de menos algún artículo de menaje como paños de cocina o bien abrebotellas que no hay.

El lugar verdaderamente bello y apacible, ya desde el primer día pudimos ver corzos y jabalies, la única queja por poner algo era el lugar un tanto pequeño para poder hacer un largo camino mas por lo demas todo excelente, es pero, repito en una semana con los pequeños

Hace dos semanas fui con mi familia y unos amigos, estuvimos en 2 casas y lo cierto es que el lugar es realmente agradable, el ambiente es realmente bonito, con el cenagal y en plena naturaleza, el restaurant es un auténtico placer y el costo buenísimo. Vamos a repetir ¡¡¡¡¡¡ El personal es muy afable, tanto para efectuar las reservas como en la finca.

Fuimos un conjunto de amigos con pequeños, lo pasamos excelente. Los pequeños gozaron un montón, es un Parque Natural, pasmante las vistas, el ambiente, sin asfalto, sin farolas, sin estruendo, sin calles.... plena naturaleza!!!! Las casas son muy cucas y estás muy limpias. Uno de los días comimos en el Restorán, el alimento absolutamente casera, muy, muy buena... y que postres!

La finca está ubicada en un ambiente fantástico, sosegado y con espacios abiertos a la.naturaleza. La piscina al lado del.lago es un gustazo, desayunar viendo correr unos gamos un lujo. La casa es rústica, con encanto, sin lujos ni sofisticaciones completamente acordes al ambiente. Comparto que ciertas cosas pueden estar rozas o bien a puntito de romperse, mas son poquísimas y también insignificantes y nada resaltables para incluir de manera negativa en mi valoración.

Decidimos un conjunto de amigos pasar unos días juntos, para no separarnos demasiados somos de Málaga, pensamos en buscar un alojamiento rural, vimos un pueblecito en Huelva que nos agradó por la situación que tenía y por el aspecto típico del mismo, y dimos CON EL POSTIGO DE ZUFRE, creo que no vamos a olvidar el fin de semana que hemos pasado, la casa está decorada con un gusto delicioso, las camas con unos jergones de primera categoría, sábanas, toallas, mantelerias, cubiertos todo estaba impecable, la dueña en todo instante pendiente de que no nos faltase nada , tiene unas vistas fabulosas, el patio con una alberca llena de agua del manantial , que ha sido para todos una exquisitez gozarla, estar cenando con el único estruendos del agua que mana de la propia residencia y el sonido de unas campanas de la iglesia , de veras ha sido tan genuino que pensamos regresar a ir prontísimo y gozar también de esta residencia en invierno , lo aconsejamos con un sobresaliente.