Casas Rurales para Nochevieja en Santa Pau

Pasamos un fin de semana con mi pareja y el cánido y debo decir que estuvimos de mucho lujo. Desde el instante en que llamé la primera vez para informarme y reservar, el trato fue delicioso. La localización es muy sosegada y desde la casa tienes muchas excursiones a pie o bien en bici. Asimismo es ideal para pequeños en tanto que tiene mucho campo para correr. Lo aconsejo al mundo entero!

El trato fue delicioso y familiar, realmente agradable la conversación en la piscina a medianoche con Llum (dueña). Estuvimos en el Perol, un duplex con todo lo preciso, se duerme maravillosamente, con toda la calma que uno busca cuando sale a relajarse con la familia. Realmente bien ubicado en pleno centro del pueblo. La casa y las instalaciones son hermosas y la vista desde la habitación (donde se quedó mi madre por movilidad reducida) estupenda, pues sentada al lado de la ventana podia compartir nuestro rato de piscina y ver el castell.

El piso en el que nos alojamos, Sala Llevant, era muy cómodo, limpio y con todos y cada uno de los útiles precisos para poder gozar del mismo. El dueño fue afable y cordial, al tiempo que eficiente cuando tuvimos alguna consulta y para solucionar nuestras dudas referente al entrecierro. Muy agradecidos y contentos de alojarnos en La Francesa. A parte, fuimos a comer un día al restaurant de los dueños y, verdaderamente, se come realmente bien, con un menú variado y un costo congruente.

Fuimos desde Barcelona hacia la Garratxo con el fin de desconectar del estrés de la ciudad. Por ello elijemos un entorno rural con todas las comodidades que te ofrece un hotel. Y lo encontramos en Can Mas Batlle. La masía está restaurada y decorada con sumo gusto y el entorno natural es espectacular. La desconexión fue máxima. Aunque el precio es considerable, una vez ahí te das cuenta de que vale la pena: amplia habitación con baño completísimo y una terraza espectacular.

Se trató de una estancia corta mas intensísima. Deseaba dejar perseverancia de la excelencia de esta casa rural, por la calidad en todos y cada uno de los aspectos que uno espera de un alojamiento así: la casa en sí que era antiquísima y estaba realmente bien rehabilitada, por el ambiente natural, un genuino bosque de cuento (de ahí el acceso tan aventurero y que merced a google se pudo llegar), naturalmente el alimento de Iris (que no solo cocina platos de la tierra si no asimismo ofrece cena tailandesa -cortesía de otra habitante de la casa, una disfrutada), la afabilidad de Albert y naturalmente los sabios consejos de Enriq, que tanto nos asistieron a recorrer la zona (si bien se quedaron muchas cosas sin ver,es verdad).

El piso es muy agradable y dispone de todo lo preciso. Ubicado en el centro del pueblo. Viaje sola y volvere a hospedarme en ese piso. Lo recomiendo para relajarse.

La zona donde está situada la casa es bella, si deseas calma y escapar del extres es un lugar mágico, cerca de los volcanes, del pueblo de San pau, castell florit de la Roca.. Etc Lo mejor es el trato que hemos tenido con GEMMA, la dueña de la casa, es una mujer cautivadora, atenta en todo.. La casa a es más bonita que en las fotografías, esta decorada con buen gusto, mas sin perder la esencia de las masías rurales catalanas.