Casas Rurales con Barbacoa en Villafufre

Cuando llegamos nos estaba esperando la propietaria y nos facilitó información para podernos mover por la zona al día siguiente. Todo estaba impecable y limpio con detalle. Tuvimos un problema con la calefacción, pero nos lo resolvieron enseguida, porque a pesar de estar independientes la respuesta de solución al mismo fue rapidísima. Llevamos bicis y pudimos hacer una ruta por la zona y aunque solamante llegamos hasta Ontaneda, la contemplación del paisaje próximo al río Pas, con arbolados, la presencia de aves rapaces y las granjas fueron muy agradables.

Como digo en el título, por el coste bien mas le faltan varias cositas que deberían prosperar, si bien en ciertos casos a lo mejor no se puede. No hay congelador, el dueño afirma que se lo birlaron y no lo ha repuesto, lo que es un inconveniente grande si alguien se quedará múltiples días, sobre todo en verano. Ni helados ni hielo. La tele es pequeñísima. No hay horno y la vitrocerámica tarda mucho en calentar, entre otras muchas cosas pues tiene el cristal roto.

Estuvimos allá con los pequeños y la verdad que a todos nos agradó mucho. Cuando volvamos por allá intentaremos reiterar. Y la casa es tan extensa que vale la pena aprovecharla con un conjunto grande. Tiene todo lo preciso y más, está limpia y los dueños son muy afables. El ambiente es realmente bonito y además de esto realmente bien comunicada. Lo cierto es que tiene poco que progresar, mas por decir algo: la conexión a Internet (que para mí no habría de ser esencial cuando viajas a un lugar de esta forma y deseas "desconectar").

Somos asiduos al turismo rural y hemos de decir que acertamos plenamente con el alquiler de esta casa rústica. Muy cerquita de Torrelavega, pasamos también por Santander uno de los días. Está muy bien cuidada, se nota que le ponen mimo. El jardín es para pasarse horas leyendo un libro y tomando una coca-cola. Fuimos 12 personas y nos sobró espacio. Unas vacaciones del mes de julio que recordaremos.

Solo podemos calificar de pasmante la casa, el trato dispensado por Javier y también Inma, y los completamente espectaculares ambientes paisajísticos de este fantástico entorno rural, rodeado de verde, bosques, caminos prácticamente vírgenes y un fantástico carril bicicleta que nada debe ver con los que conozco hasta el momento, puesto que este está absolutamente apartado de las carreteras tradicionales y discurre por una vieja vía de tren con ni más ni menos que treinta y seis kms.

Un lugar entrañable con Javier y también Inma al mando que nos recibieron con viandas de la tierra. El ambiente es muy, muy bello, situado en lo más alto de un presumido pueblecito, se divisa una gran parte del val del Pas desde cualquier punto de la casa. Realmente bonito La casa, con extenso jardín, cuenta con todo cuanto se puede solicitar y más. Un salón bastante grande y muy agradable, con extensos sillones, comedor, gran TV y, lo más increíble, todo acristalado con unas vistas del val increíbles.

Nos alojamos cinco noches y recorrimos muchos rincones de Cantabria, por el hecho de que estas prácticamente cerca de todo y realmente bien comunicado. Alejandro y Maria son cautivadores y hacen de tu estancia unos días perfectos. La posada es agradable, las habitaciones muy agradables y lumínicas, la casa por norma general sosegada, asique se descansa prácticamente como en casa! Los desayunos sin faltar detalle y los consejos de los dos para el recorrido que tengas pensado hacer ese día perfectos: te aconsejan sitios para comer, rincones que visitar, pueblos que no te puedes perder.