Casas Rurales para Nochevieja en Babia

Hemos pasado el puente de la constitución de dos mil quince y ha sido una estancia espléndida. La atención del dueño, Ángel, es inusual, atento a todas y cada una de las necesidades, llegada, salida, pequeños, etcétera La bienvenida, con una hogaza, un bizcocho casero y flores, han sido un detalle. Nos hemos alojado en "El Cobijo", idóneo para unos días de desconexión con unos enormes ventanales que dan a los prados lindantes y las montañas.

Establecimiento muy recomendable: Agradable, limpio, bien pertrechado, decorado con buen gusto. Marta y Gerardo ejercitan con mucho "oficio" de estupendos anfitriones. Pendientes siempre y en todo momento de que tu estancia resulta realmente agradable. Los 2 muy afables. Buen servicio de restaurant, variado, original, rebosante y bien atendido. Todo ello a costos más que razonables. Para los amantes de los perros: No dejéis de ver a Lolo, un bello ejemplar de San Bernardo, tan grande como bueno.

Somos un conjunto de amigos de la zona de A Coruña que hemos viajado a tierras leonesas este puente de mayo del dos mil catorce. Nos hemos alojado en El aposento de Babia y solo tengo halagos. La casa excelente, el ambiente una pasada y los dueños majísimos: Jose y Maite. Jose un genuino cicerone de la montaña y Maite una genial chef. Podréis gozar de calma, naturaleza y buena comida acompañada de la afabilidad y simpatía de sus dueños.

Somos un conjunto motero de unas diez-doce personas, y arrendamos esta casa como punto medio entre nuestras urbes de origen. Éramos unas cuatro motocicletas y un vehículo,,, y no nos pusieron ninguna queja, todo lo opuesto, hemos gozado de un enorme fin de semana tal y como si estuviéramos en nuestra casa. El vecino cautivador y la dueña incluso más. La casa está pertrechada con todo lo preciso para la vida del día tras día, tiene un extenso jardín trasero y un enorme porche pavimentado por delante de la casa, decidimos desayunar todos juntos fuera y gozar del tiempo veraniego que teníamos, puesto que disponíamos de una mesa grande para esto.

Lugar fantástico para estar, con paisajes hermosos, con una afabilidad y cariño que no vemos en las grandes urbes y con unos desayunos y cenas para chuparse los dedos. De veras que nos fuimos encantados, eso sí, con gran tristeza por tener que irnos, mas pensando que cualquier día seguro que volvemos a poder gozar de todo lo mentado. A Marta y Gerardo, ponerles un diez por su atención, afabilidad, proximidad y buen hacer.

Hemos estado en "El Cobijo" el fin de semana de Reyes mi mujer , nuestra perra y Yo. Esta casa es todavía mejor que lo que se aprecia en las fotografías de la página web, el trato de Angel es genial y el ambiente excelente. Hemos viajado siempre y en toda circunstancia con nuestra perra en vehículo por España y Europa y indudablemente este establecimiento es el mejor en el que hemos estado en España. Esta a nivel de Bélgica, Francia y Holanda. Gracias Angel, es excelente comenzar a gozar de lugares de "Calidad" en este bello país.

Que es justo lo que aguardábamos. La región es verdaderamente realmente bonita, con picos espectaculares, y muchas sendas para hacer. Además de esto, es una zona que no está sobresaturada de turismo, con lo que es muy aconsejable si se busca calma y relax. El pueblo de San Emiliano tiene todo cuanto se puede precisar, tiendas, bares, farmacia, restaurants.. En lo que se refiere a la casa, estuvimos el Portalón, y una disfrutada, completísima en lo que se refiere a aparejos, chimenea con leña libre para encenderla todos y cada uno de los días.

Terminamos de pasar el puente de todos y cada uno de los Beatos en el Lucero y ha sido una experiencia perfecta. Conforme llegamos, la chimenea ya estaba encendida, y encima de la mesa nos aguardaban un bizcocho casero, un pan de hogaza y una fuente llena de nueces! La casa increíble: limpia, decorada con gusto y con todo lo preciso, de este modo da gusto iniciar las vacaciones. En lo que se refiere al ambiente, es una maravilla, rodeado de naturaleza, nuestro cánido gozó mucho y también hizo buenas migas con los perros de Ángel, el dueño de la casa.