Casas Rurales Cerca de la Playa en Villahormes

Hemos estado el puente de mayo y ha sido, con diferencia, el mejor sitio que hemos estado. Es un pueblo pequeño y tranquilo, pero muy cerca de los lugares a visitar. Las casas de aldea son espaciosas, con muchos detalles, ¡no les falta nada! Y los dueños son excelentes personas y nos han hecho sentir como en casa. Recomiendo que lo viváis en persona.

Cuatro fantásticos días de mayo nos han servido para conocer un poco mejor las tierras asturianas, nos hemos dejado muchas cosas sin visitar por falta de tiempo, así que tendremos que volver. Tiene una zona para poder jugar al badmiton en el jardín y algunos otros juegos infantiles que casi no usamos, así que si vais con niños está muy bien.

Estuvimos de vacaciones la familia de mi marido en agosto, yo sólo pude estar 5 días pero me gustó muchisimo la casa de aldea, sobre todo lo bien equipada que estaba en el menaje, y el jardin con ese banco de madera una delicia tanto por el dia como por la noche. Las fotos que aparecen en esta página web son totalmente reales. Hay una playa cercana con no muy fácil el acceso, pero el resto que visitamos por los alrededores una pasada.

Es la segunda vez que vamos allí: el verano pasado y esta Semana Santa. Los pisos son fáciles mas muy agradables. Además de esto, el jardín común que tiene te invita a entablar charla con los vecinos del resto pisos y a los pequeños a poder tener nuevos amigos a lo largo de su estancia allá. Si a esto le agregamos el trato con el dueño, el que es adecuado, afable y siempre y en toda circunstancia presto a asistir en lo que sea a fin de que tu estancia allá sea lo más agradable posible, ¿qué más se le puede solicitar?

Este fin de semana hemos podido gozar de una escapadita de desconexión en el piso Dalia. Un sitio puesto con mimo, con encanto, de esos que indudablemente repites, y en los que te sientes como en casa. De este modo te hacen sentir Isabel y su marido, dueños que se deshacen en explicaciones del sitio y su ambiente para poder gozar al máximo de la estancia. La zona exterior no pudimos gozarla mucho a raíz del tiempo, mas en la próxima, que la va a haber ,aprovecharemos el porche fantástico del jardín para desayunar o bien cenar haciendo algo en la parrilla, nos vamos a tirar en las tumbonas o bien nos vamos a pillar una de las bicicletas que asimismo ofrecen para hacernos una buena rutilla.

Hemos estado 3 días en el apartemento Dalia y ha sido excelente! El piso está puesto con mucho mimo lo que hace la estancia muy agradable y te sientes como en casa. Las zonas comunes asimismo están sensacional y si te hace buen tiempo las aprovechas seguro! Y el trato de Isabel y Juan Carlos es genial. Te aconsejan sitios para poder ver, comer, actividades que puedes hacer.

Cuando efectuamos un viaje una de las cosas más esenciales para mi es el alojamiento, en un caso así "La Canalina" ha sido perfecta, su decoración tan bonita y agradable, tiene todo lo que puedas precisar y además de esto la terraza en la que si la climatología acompaña puedes gozar de los desayunos y cenas más relajantes. Otra de las cosas que resaltaría y agradezco es la enorme afabilidad y simpatía de Isabel su dueña, siempre y en todo momento presta a asistir o bien solucionar cualquier pequeño inconveniente que se pueda presentar, apuntar lugares que visitar, donde adquirir.

Somos un conjunto de amigos que hemos cogido los pisos a lo largo de un fin de semana en el primer mes del verano, y lo cierto es que nos quedamos con las ganas de quedarnos más tiempo. Los pisos están realmente bien pertrechados y muy cuidados, y el jardín está realmente bien asimismo y es idóneo para barbacoas. Las playas están muy cerca y vale la pena visitarlas, sobre todo Gulpiyuri. La dueña, Rosa, es cautivadora y siempre y en toda circunstancia presta a dar información y asistir con lo que sea, aun nos aproximó en turismo a un pueblo vecino por un imprevisible.

Hemos continuado cinco adultos y tres pequeños de cinco años a lo largo de una semana y la estancia en la casa y ha sido perfecta. Limpia y pertrechada. Con barbacoa. Situada en un sitio muy apacible. Marimar, la dueña, una persona genial de trato muy cariñoso. Nos hizo múltiples recomendaciones para visitar y también ir a comer. Destacaria que la entrada, compartida con otra casa, está cerrada y los pequeños pudieron jugar en el patio sin correr ningún peligro.