Casas Rurales para Grupos en Guadalajara

Estuvimos un conjunto de amigos, en el puente de la constitución, con pequeños. La casa está realmente bien pertrechada con todo cuanto precisas, todas y cada una de las habitaciones tienen su baño completo independiente, muy muy limpio todo y calentita. El dueño Raúl es un encanto , te da buenísimos consejos para hacer excursiones. El pueblo es pequeñísimo con mucho encanto y apacible.

Hemos ido un grupo de 8 adultos y 5 niños y hemos estado como en casa. Es un sitio estupendo para desconectar. La vivienda es un lujo. Todo súper limpio y unas vistas maravillosas. La barbacoa cubierta es una idea genial. Las salas con ventanales te incitan a sentarte allí y simplemente mirar a traves. El entorno es una pasada. Nosotros hicimos la ruta de la cueva del oso que parte desde el mismo alojamiento.

Hemos pasado el puente de Todos y cada uno de los Beatos en la casa rural los Alpes un conjunto de 12 personas, pequeños pequeños incluidos. La casa es muy agradable y tiene todo lo preciso para pasar unos días estupendos. Los dueños son realmente agradables, siempre y en toda circunstancia atentos a que estuviésemos a gusto mas sin "estresar". El pueblo está muy cuidado y es bonito. Sorprende la iglesia, con los cuadros de los Ángeles.

Nuestra estancia en esta finca rural fue magnífica. El trato que nos dieron fue inigualable, cercano, al tiempo que muy profesional. Pudimos contemplar las maravillosas noches del Parque del Alto Tajo, y recorrer rutas paradisíacas gracias a los consejos de la gerente. Una experiencia totalmente recomendable si quieres escapar del mundanal ruido para adentrarte en los bellos rincones de este entorno natural.

aconsejo todo cuanto me agrada, y este sitio me ha encantado. Tan cerca de madrid, y tan sorprendente.Unos paisajes de ensueño, y un hotel agradable ,barato, se come excelente, y un trato familiar. En resumen esto es lo que llamo turismo rural. Nosotros también hemos ido con un conjunto de amigos, y nos dejaron la disco para hacer una pequeña celebración.

La Posada es todo un remanso de paz a una hora de la capital. La habitación, sin grandes lujos, era preciosa y tenía todo cuanto se puede necesitar. El pueblo es ideal para un fin de semana de largos paseos, kayak, río y buena gastronomía. Ana, la encargada, es una mujer encantadora, estuvo atenta en todo momento y nos resolvió todas las preguntas sobre el entorno. El desayuno, ojo a los dormilones, porque sólo se puede desayunar hasta las 11.

El dueño de la casa fue muy amable, ofreciendonos su ayuda y consejos sobre qué visitar en la zona y preocupándose de si estábamos a gusto. Es un lugar tranquilo, perfecto para disfrutar de días en familia o con amigos y disfrutar de la naturaleza.