¿Dónde puedes dormir?
Como en todas partes, alojarse en las zonas más céntricas no es económico, pero siempre se pueden encontrar en pueblos cercanos y con tiempo, alojamientos que se ajusten a tus necesidades. Si eres amante de los vinos, te recomendamos que visites Elciego, una zona conocida como Guggenheim del vino por su arraigada cultura.
Si quieres sentirte como en la época medieval, Labraza es tu destino, una villa rodeada de espacios verdes, con vides y olor a tierra, que te encantará. Destacamos también Labastida, para que disfrutéis de su encanto.
¿Qué cosas que hacer en la zona?
Todo el territorio descubre grandes espacios que merecen una visita. Si empezamos por la capital, Vitoria, no te puedes perder la conocida como Catedral Vieja, de estilo gótico y en pleno centro, donde podéis aprovechar para pasear entre sus calles, y conocer nuevos rincones. Palacios, museos, y hasta un Jardín Botánico en lo que fueron las ruinas de un monasterio, se reparten por los entramados de los pueblos y municipios.
Y si te gusta la parte natural, destacamos sin lugar a dudas, el Salto del Nervión, una impresionante cascada de valor y belleza incalculable.
Por otro lado, otra de sus curiosas zonas es el Valle Salado, que vas a poder descubrir más a fondo aquí.
¿Qué comidas típicas son recomendables?
Su ubicación, sin costa y en el interior, hace que la gastronomía tenga como elementos principales, las legumbres, y también las carnes.
Uno de los principales platos es el cocido alavés, o preparados como las habas de Vitoria, y los perretxikos, que es una seta autóctona.
No obstante, tienen muy arraigada la cultura de los pintxos, donde se pueden probar en pequeñas cantidades, las recetas más sabrosas y conocidas del territorio. No olvidamos las carnes, como la de cerdo que es la más conocida; los pescados, y el txakolí, que siguen teniendo gran presencia en la mesa.
¿Cuándo son las fiestas?
Si algo atrae a los turistas es la fiesta. Y desde luego aquí no se quedan atrás con la celebración de los festejos. Hay dos fiestas que todo alavés que se precie, no puede perderse. La primera de ellas es a finales de abril, en concreto el ; y se hacen en honor a San Prudencio.
La otra principal es el segundo domingo de septiembre, en honor a su patrona: la Virgen de Estíbaliz.
Así que, si quieres disfrutar de esta provincia en todo su esplendor, no dudes en marcar estas dos fechas en tu calendario.