Casas Rurales para Grupos en Zaragoza

Estuvimos toda la familia un fin de semana ocupamos las tres casa y estuvimos de lujo. Las zonas comunes muy amplias y preciosas, los apartamentos muy limpios, los propietarios encantadores. Muy recomendable para descansar y olvidarte del mundo.

Fue solamente una noche, mas la experiencia ha sido estupenda!! El desayuno con todos esos productos caseros fantástico. Me ha encantado la casa, cuidando con mimo todos y cada uno de los pequeños detalles. El trato tan próximo increíble. Lógicamente un sitio para regresar!!! Excelente!!!

Una estancia perfecta, tanto por la casa (que tenía todas y cada una de las comodidades y más),por los propietarios(que son realmente agradables y próximos) y por el ambiente.Nosotros fuimos con la familia para conocer la zona dónde habían nacido y vivido la niñez nuestros padres(en Villalengua que está cerca) y nos sorprendió el ambiente tan bonito,con su rio Manubles y sus montes resguardándolo y la gente tan de veras.En fín ,que invito al mundo entero a que descubra este rincón tan entrañable.

Nos alojamos solo una noche, para poder ver el Monasterio de Piedra, fueron un par de días fabulosos. No tenía habitaciones cuando llame para dos adultos y 2 pequeños, como había visto tantos comentarios buenos, insistí tanto q al final nos apañamos los 4 en una habitación más pequeña ( el Almendro) mas realmente bien las camas pasmantes de cómodas tanto la grande como la pequeña de los pequeños. Cuando llegamos comemos en el bar del pueblo y sencillísimo mas todo riquísimo y el bacalao pasmante.

Los apartamentos son nuevos y están super equipados no les falta de nada. Limpíísimos. Maribel y Cristina unas caseras formidables nos trataron con mucho mimo. Es muy relajante levantarte por la mañana y "ver" y "oir" el agua correr desde la ventana del apartamento. El pueblo tiene un encanto especial, y un parque para que los niños disfruten estupendo.

Estuvimos 2 noches y lo cierto es que nos ha agradado mucho por la situación. Que está un tanto retirado del pueblo y se está absolutamente en calma. Se duerme super bien y pasa el río por la casa puesto que como señala su nombre fue un molino, que están restaurando. Los anfitriones muy afables y detallistas. Nos faltó instruir los caballos a los pequeños.

Hemos estado maravillosamente una semana este verano en Casa Teo. Es un sitio con mucho encanto, no hay rincón que no valga la pena contemplar, mirases donde mirases todo estaba lleno de detalles interesantes. El trato de Lázaro, Teo y Nicole estupendo, todo fueron comodidades adaptándose en todo instante a nuestras necesidades puesto que viajábamos con 2 pequeñas pequeñas.

Es un lugar muy acogedor, para descansar y para realizar excursiones por la zona, sobre todo si es un grupo numeroso de gente. Las personas que lo atienden son fenómenos, además muy agradables y encantadores. Esta todo puesto con mucho gusto y además muy limpio. Seguramente volveremos, pues nos ha encantado el sitio.