Casas Rurales con Barbacoa en Urdaibai

Hemos estado en Navidades, es la segunda vez que vamos y está genial para ir con niños. La casa de campo es acogedora, limpia amplia y segura para los más pequeños. Las fotos no reflejan con claridad lo amplia que es la zona de cocina comedor, éramos 9 personas y no había el más mínimo problema de espacio. El pueblo y su entorno formidables, frontón cubierto, parques infantiles, Parque Natural de Pagoeta, la montaña y la costa.

Dar las gracias a los dueños por el trato recibido, tal es asi, que hasta hemos charlado con ellos en el porche durante largo tiempo, haciéndonos más amenas las tardes. Éramos un grupito bastante numeroso, en el que incluiamos niños de varias edades y hemos estado la mar de agusto. Íbamos a la Donosti Cup y fue todo un éxito de viaje.

Se suele decir que una imagen vale más que mil palabras, y en este caso es muy cierto. Caserío Urresti es un lugar encantador, con unos paisajes maravillosos, y Jose Mari y María sin palabras... El alojamiento con mucho encanto y mis hijos han disfrutado como nunca, tanto con los animales, como con María y su familia. Los alrededores, las playas, la reserva de Urdaibai, en fin, es para verlo. Un beso para todos vosotros de David y Jorge, que ya están pensando en cuando volverán a ver a los gatitos, las yeguas, las gallinas.

Buen trato de los propietarios, en nuestro caso nos atendió su hijo y un gusto de persona. Lugar ideal para dormir, cercana a lugares de interés y a las playas. Hemos disfrutado mucho de este fin de semana de desconexión en pareja del mes de mayo.

Agua y tierra, vida y paz, fauna y vegetación, todo se mezcla, en estas marismas, vistas desde Ontxane, casa de ensueño, sueño de un paraíso de un sitio de encuentro de gentes, de familias y amigos venidas de tantos sitios que hallan su tiempo, ese que acostumbres estaba perdido, el tiempo en que se vive, no el que se sueña, el que se comparte y se siente, y te llena paz. De esa calma aguardada, de ese amor que se da sin más ni más, sin solicitar permiso por el hecho de que es así, regalo inopinado, tiempo guardado en la memoria, que siempre y en toda circunstancia se recuerda como gusto. Esto fueron para nosotros nuestras vacaciones.