Casas Rurales para Dos Personas en Sanxenxo

Es la tercera vez que me alojo en esta casa por el hecho de que la afabilidad y profesionalidad de Rosi y su marido pasan los lìmites de la esplendidez, me tratan como una hija, el ambiente de la casa está realmente bien cuidado, las habitaciones estân impecables, el esfuerzo que pone Rosi cada mañana en el momento de poner los desayunos me deja sin palabras puesto que en temporada alta(como esta semana santa) pone bufett libre te puedes hallar una enorme pluralidad de productos caseros hechos por ella, una riquìsima tarta de queso, rosquillas tiernas, membrillo de manzana que te llena de tiernos recuerdos de niñez, queso mantecoso, unos exquisitos donut que no tienen nada que envidiar a los originales, un increíble bizcocho de chocolate con naranja, las mejores torrijas de dulce de leche que he probado jamás, Rosi es tan atenta que nos tenìa leche sin lactosa, jugo recièn exprimido, revuelto de huevo, embutidos, iogur, torradas, pluralidad de mermeladas hechas por Rosi(kiwi, pesigo con pera, fresa) espectaculares no podrìa seleccionar una puesto que cada una tiene su sabor singular.

Elegimos este alojamiento por la proximidad a la playa, apenas a dos minutos calle abajo. Si es cierto que nos costó algo localizar por vez primera el piso mas una vez sabes llegar no hay inconveniente. Hay un súper a cinco min donde abastecerse de lo indispensable. El piso estaba en perfectas condiciones y no le faltaba de nada, las vistas impresionantes; ver desde el balcón la puesta de sol y el océano no tiene costo.

Genial para relajarse en pareja y escapar del ruido y las aglomeraciones. Sólo tiene 4 habitaciones (es el hotel más pequeño de Sanxenxo), lo cual garantiza tranquilidad y ese entorno rural que hace que sientas que estás como en casa. Nosotros tuvimos la suerte de estar solos tomando el sol y bañandonos en la piscina toda la tarde, y para el desayuno lo mismo, nosotros solos. Para repetir sin duda!