Casas Rurales con Jacuzzi en A Coruña

Una casa de ensueño en un sitio idilico.La casa esta llena de detalles,muy limpia y acojedora,tiene de todo,las habitaciones super extensas,unas vistas al mar increibles,pero lo mejor indudablemente el trato delicioso de sus dueños que estuvieron en todo instante libres para cualquier necesidad que tuvieramos. Si la puntuacion máxima fuera un diez les daria un once.

Sobretodo agradecer a José y Josefa por hacer de su casa nuestro hogar estos días de vacaciones, Josefa gracias por tu torilla "buenisima" y José gracias por tu hospitalidad y tu interés pues estuvieramos a gusto. La casa divina , el jardín bello , debemos reiterar un otoño y vivirla con esa chimenea encendida. Por el hecho de que seguro que volveremos.

Despertar y ver los diferentes colores del mar, olisquear su proximidad, jamás una luz igual que otra. Un lugar espléndido para poder relajarte y que al unísono sirve de base de partida para todas y cada una de las visitas. En una semana no dimos abasto para gozar de los increíbles rincones de la Costa da Morte. Mª Ángeles, fabulosa chef y persona y Beni, enamorado de su tierra y perfecto guía completan un lugar incomparable.

Nosotros fuimos en familia, estuvimos diez días y todo fue fantástico. La dueña y su hija ,que administran el campin, son cautivadoras y eficaces. El campin esta situado en un lugar idóneo para salir de senda día a día a una zona y además de esto muy cerca de la costa, con lo que, asimismo da juego de playita para los pequeños. Las playas de la ría de Pontedeume son hermosas.

Alquilamos la casa completa este Agosto, con 4 bebés y 3 niños. Nosotros lo pasamos fenomenal, y ellos mejor, aprovechando el jardín existente. La vivienda vacacional está muy bien situada, a 3 minutos de la autovía, perfecto para explorar Galicia. El alojamiento es muy grande y el equipamento muy completo. Se nota que Helena vive regularmente y no falta de nada. El entorno es muy tranquilo, sin ruidos por las noches.

Fuimos el pasado puente de mayo 4 días 2 matrimonios con 2 pequeños. La casa hermosa, no le falta detalle. Realmente bonita y tiene de todo. El jardín increíble. Los pequeños y mayores se lo pasaron a lo grande con las gallinas, con los perros Lolo y Lucas y con el aguila Fito. El ambiente es idóneo para respirar calma. Y que decir de los anfitriones Josefa y Jose: unas personas cautivadoras.

Después de cinco días recorriendo Galicia, para mi aún desconocida, he vuelto encantada. Estuvimos dos días en Santiago y los tres últimos en Camariñas en este hotel, y es una pasada, si vuelvo pienso repetir. El trato buenísimo muy cálido y familiar, se preocuparon con multitud de explicaciones de todos los puntos de interés que visitar: El hotel aparte de la decoración que es preciosa guardando el toque rural con muchos objetos antiguos, es muy confortable, fantásticos los colchones se nota son buenos, y el enclave fabuloso, en medio de la naturaleza. Paseando por un caminito llegas al mar y al otro un riachuelo rodeado por muchos árboles, y con dos imponentes orreos. Y que decir de los desayunos con unas buenas tostadas con pan de hogaza y tartas de la comarca. Increible!!!

Vuelvo a repetir cosas descritas en otros comentarios: La atención de Lorena, Carmen y demás familiares es de destacar, rebosan afabilidad. La casa tiene de todo, es muy cómoda; el terreno fue más que suficiente para nuestra perra, que no dejó ninguna lagartija sosegada en el tiempo que estuvo, muchos arboles y plantas acompañan dicha estancia. Los pequeños gozaron con la pista de tenis, la canasta de baloncesto y el Ping Pong.

Estuvimos unos días en Agosto. Eramos un conjunto de amigos con pequeños y para todos resultó una experiencia inmejorable. La casa es bella y el ambiente fantástico. Las habitaciones muy espaciosas y super cómodas, todos y cada uno de los detalles están cuidados y que decir de las camas... Las king side son pequeñas ¡¡¡ El trato insuperable, atento y cercano; pendientes de que todos estuviésemos como en casa.