Casas Rurales que Admiten Perros en Hinojares

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Nos alojamos tres días en el puente de todos los santos; la casa tiene tres habitaciones de las cuales 2 de ellas tienen cama de matrimonio y baño propio, y la otra habitación con tres canas individuales. En total 3 cuartos de baños donde 2 tienen un jacuzzi. He de destacar la perfecta limpieza y orden de la casa la cual está dotada de una gran variedad de utensilios de cocina, en general una plácida estancia en este lugar maravilloso.

Un año más hemos vuelto a repetir en las casas cueva. ¡La casa cueva es simplemente espectacular! Lo tiene todo: una decoración sumamente cuadada estilo arabesco es lo primero que llama la atención junto con los amplias estancias, el jacuzzi de la habitación principal una delicia y la piscina privada es una pasada. Ideal para disfrutrar en familia. Los dueños Santi y Alicia son unas bellísimas personas, siempre pendientes de cada detalle.

He pasado unos días con mi familia en las casas cueva y ha sido una estancia simplemente espectacular. La cueva es preciosa, muy bien equipada, y fresquita. Pero lo mejor es la piscina privada. Mis hijos han disfrutado como enanos. El entorno muy agradable. Los propietarios muy amables y encantadores, siempre dispuestos a echarte una mano. Con sus explicaciones hemos hecho varias rutas por la sierra.

Inmejorable la estancia en las casas cueva, perfecta el equipamiento, el entorno de las rutas está cerca y muy bonitas. El trato de los dueños fue excelente, muy atentos. Y la limpieza es inmejorable. Se pueden hacer muchas actividades como rutas a caballo, piragüas, descenso de barrancos y rafting. ¡Sin duda volveremos!

Casa muy acogedora, bonita y muy completa. José fue muy atento en el recibimento y nos explicó con detalle las actividades que podíamos realizar en los alrededores. Muy aconsejable para pasar unos días de descanso y conocimiento de la zona que merece la pena.

El alojamiento de espéctaculo y acojedor. Te puedes pasar las horas fallecidas en el jacuzzi o bien prepararte una barbacoa fuera, con unas vistas que invitan a la relajación y con total amedrentad. Los dueños, muy majos, mas majos de veras, atentos y muy simpáticos, en verdad, nos quitaron de un aprieto bastante gordito. Se nos estropeó el vehículo nada pero llegar (a una hora bastante indecente, hay que decirlo) y Herminia nos recibio con palabras de ánimo y calma, y su familia, muy afablemente nos aproximó al alojamiento.