Casas Rurales con Chimenea en Cantabria

Pasamos tres noches en la Posada a lo largo de la semana santa. Las habitaciones y los baños están realmente bien pertrechados y también impecables. Nos ha encantado el comedor (en invierno con la chimenea puesta debe ser una pasada) y el salón donde uno se puede estirar en un sillón a leer. Lo mejor: el trato del dueño. Desde ya antes de nuestra llegada, nos facilitó toda la información precisa, y a lo largo de nuestra estancia nos asistió a conocer los puntos de interés de la zona.