Casas Rurales que Admiten Perros en Acebo

Acabamos de regresar de la finca ecológica El Becerril, un auténtico vergel en plena Sierra de Gata. Un lugar único para perderse o encontrarse a uno mismo. Estuvimos en El Pajar un grupo de 11 personas. La vivienda turística es súper amplia, muy independiente, con dos entradas y práctica, tiene 3 cocinas. Carlos fue muy amable con nosotros, atento al detalle. No dudéis en preguntarle cualquier cosa sobre la Naturaleza de la zona, es un auténtico botánico.

Nos habían hablado mucho de esta zona cacereña del Acebo y de sus increíbles piscinas naturales y fuimos a vivir la experiencia en primera persona en el mes de junio. El alquiler el alojamiento nos resultó fácil al hacerlo online. Aunque sólo estuvimos un fin de semana pudimos disfrutar de la paz que proporciona este rincón natural entre árboles, un paraíso terrenal rodeado de pinos, naranjos y olivos. Las instalaciones están muy bien, la habitación abuhardillada de cuento y los niños han correteado sin preocuparnos por su gran jardín.

Hemos estado alojados la semana de final de año en la Huerta de Valdomingo en San Martin de Trevejo, y la estancia ha sido fantástica. Viajamos una familia de 4 adultos y un can (top rural no da esa alternativa) y aguardamos reiterar el año próximo. Nos recibió Carlos a la entrada del pueblo y nos llevó hasta la casa, que es hermosa y está situada en lo más alto del pueblo, imaginaos la situación, castaños por todas partes y vacas y abajo el pueblo, que es increíble.

Fantástico lugar para relajarse. Hemos tenido una estancia genial con nuestro hijo y nuestro perrito. En la finca hay olivos, naranjos, limoneros, etc. Tiene además una piscina natural hecha de piedra para bañarse y luego tomar el sol en las hamacas que hay. El pueblo del acebo es precioso y la sierra también, las gentes, la gastronomía. Hay unas piscinas naturales con chiringuitos en los alrededores del pueblo que se está la mar de bien.

LLegamos el viernes por la tarde, cansados y agobiados de la semana, como fue nuestra sorpresa cuando Javier y Rosa, dueños de la casa, nos estaban aguardando para darnos la bienvenida y ponerse a nuestra predisposición. La casa agradable, y el ambiente increíble. Nuestra mascota brincaba y saltaba entre los naranjos, se movía por la finca como pez en el agua.. Agradecemos el trato recibido y el reposo y el relax que hemos tenido; cuando tengamos ocasión, vamos a repetir.