Casas Rurales con Piscina en Mozoncillo De Juarros

Estuve el pasado fin de semana con mi pareja alojados en Al pie del Árbol y puedo decir que hasta el momento ha sido el mejor alojamiento rural que hemos podido localizar. Tanto la situación y el ambiente, como las casas no pueden ser más fabulosas. Nos alojamos en la cautivadora Al pie del Magnolio y puedo decir que se cuida hasta el último detalle, no puede tener una decoración y armonía mejor. Y qué decir de los dueños, Carmen y Alberto, habéis hecho de nuestro fin de semana si cabe incluso pero excelente.

Fin de semana estupendo. Las cabañas tienen completamente de todo para los pequeños, y para los que no lo son, asimismo. El lugar es estupendo, sosegado y realmente bonito, además de esto estás en Burgos en 5 minutos. Mas lo mejor de todo son Carmen y Alberto, su trato y su voluntad de que quien pase por allá se halle realmente como en casa. Detalles como los dulces de bienvenida, los libros para los pequeños, las películas, etc persuaden a uno no solo de regresar, sino más bien de aconsejar a todo el que tenga pretensión de pasar por Burgos de que Al pié del Árbol es un lugar idóneo para pasar allá unos días.

Arrendé un fin de semana, de las 3 casas juntas que hay, la casa del sabuco -asimismo tienen más arriba la casa grande que llamaba en homenaje a García Márquez por el hecho de que parecía una casona solariega de otrora- presto a desconectar por completo del stress que me corroía los últimos meses y he aquí que lo logré a escasos quince km de mi vivienda frecuente en Burgos capital. Resulta paradójico por cuanto la zona en las faldas de la Sierra de la Demanda que se ve en la distancia (como a 1 hora andando a gran ritmo) con pueblos pequeñísimos propios de Castilla alrededor y un silencio entre tierras de tarea, arroyos de agua cristalina -supongo que surgidos del deshielo en la sierra- y bosques alternando con claros nos ubican sin esmero alguno anteriormente o bien como digo en el título en el siglo XIX.

Hicimos una asamblea familiar y arrendamos todas y cada una de las cabañas a lo largo de un fin de semana. Desde el comienzo, tanto Carmen como Alberto, fueron atentísimos, y estuvieron preocupándose por que todo estuviese a nuestro gusto. Nos adecuaron todo tal como les solicitamos. Pese al intenso frío de esos días, dentro de las cabañanas la temperatura era más que agradable. Como arrendamos todas y cada una de las cabañanas, puedo decir que todas y cada una están de manera perfecta pertrechadas y en nuestro caso no echamos nada en falta, están cuidadas hasta el más mínimo detalle.