Casas Rurales con Piscina en Biar

Este es nuestro segundo año en esta casa de campo. El año pasado fuimos con los amigos y este con la familia. óolo tengo buenas palabras para describir los días que hemos pasado. Es una vivienda vacacional muy acogedora y tranquila, las habitaciones amplias y sus camas muy cómodas, equipada con todo lo necesario. Los chicos han disfrutado muchísimo con la zona de juegos, el billar y el futbolín.

Mi marido y yo hemos estado de alquiler del día 18 al 22 de Junio. La experiencia ha sido maravillosa, desde la amabilidad y cuidado de sus propietarios, sus instalaciones, ese silencio que no tiene precio y que allí reinaba, el canto de los pájaros y lo que se agradecía la piscina, la tumbona y el sol con un buen libro. Destacar a su propietaria Isabel, que tanto se ha preocupado en ayudarnos a descubrir nuevos rincones y recomendarnos buenos sitios donde comer, a Carmen es la que más hemos tratado esa simpatía y ese buen hacer en los desayunos siempre preocupada si necesitabas algo más, un encanto en su conjunto, una familia encantadora con unos niños majisimos y este Alojamiento Rural es recomendable 100%.

La casa es bella. Una vieja residencia enorme y espaciosa del S. XIX rehabilitada y con muros de piedra, bien fresca, con un jardín increíble, piscina y diferentes zonas de ocio. La decoración es vivida, cálida y encantadora: cuadros, chimenea, objetos de anticuario, mesa como Dios manda, etcétera Tiene todas y cada una de las comodidades. Es como estar en casa propia. Y asimismo una genial opción para ir a la playa en Alicante o bien hacer senderismo por la sierra que se accede de forma directa desde un caminito y se ve desde la piscina con sus increíbles vistas.

Todo cuanto se había dicho sobre la casa es cierto y de la calidad humana de los dueños también.Solo se puede agregar la subjetividad de las sensaciones particulares del que la ocupa y a eso voy,cuando llegamos Concha (la dueña)nos transmitio instantaneamente una cordial confianza y al quedarnos solos y explorar la casa y su ambiente,todos pensabamos de forma decidida en regresar,cuando incluso no habían pasado 5 minutos apenas,nos encanto de principio y nos dio mucha tristeza a la partida pues nos hubieramos quedado a vivir allí.

La planta baja es un espacio único. Salón-comedor-cocina. Para un conjunto grande como el nuestro con diez adultos y diez pequeños esto ha resultado muy cómodo. En la zona de cocina con sus 2 islas podíamos estar diez-doce personas sin incordiarnos y en el momento de comer justo al lado dos mesas grandes para doce personas cada una. Algún baño más vendría realmente bien.