Hotel El Tío Kiko

En Agua Amarga, un pueblecito de pescadores en la costa oriental de Almería, encontramos este idílico hotel, de un blanco que se camufla entre las casitas del pueblo, y con espléndidas vistas del mar Mediterráneo, del que le separan tan solo 150 metros.

El hotel sigue en su arquitectura y decoración una línea rústica y tradicional, que confía en la madera y el color blanco, mientras delega en el mobiliario y los electrodomésticos todas las funcionalidades modernas, que le confieren la capacidad de satisfacer todas las demandas del huésped y continuar fiel al estilo del pueblo pescador.

Son en total 27 las habitaciones de que dispone el hotel, todas ellas con entradas independientes y terrazas privadas. En ninguna habitación falta el aire acondicionado, por lo que son un perfecto refugio contra el calor veraniego. En la zona de descanso hay, además del lecho, una televisión y mobiliario básico de dormitorio, además de una caja fuerte.

Cada habitación dispone de su propio cuarto de baño privado, en el que podrán encontrar una bañera de hidromasaje o jacuzzi. Los lavabos son dobles, y el huésped podrá comprobar que se le provee de toallas, productos de aseo y un secador de pelo, todo ello sin cargo adicional.

La habitación básica es la doble, con una amplia cama de matrimonio y ubicada en la zona de jardín o piscina. Aunque no dispone de vistas al mar desde su terraza, es una habitación increíblemente tranquila, con una luz agradable e íntima.

El otro tipo de habitación doble dispone, además de la cama de matrimonio, de una terraza amplia con vistas al mar, ideales para disfrutar durante un refrigerio o un momento de descanso.

Ubicada en una planta superior tenemos una clase de habitación doble con vistas al mar desde la terraza, en una ubicación perfecta para abarcar la costa y el pueblo. La cama de matrimonio es king size, y en su mayoría con dosel.

La habitación especial El Tío Kiko es el orgullo del hotel, con una cama doble king size con dosel y una terraza privada con vistas directas y privilegiadas al mar. Dispone asimismo de una bañera de hidromasaje para 2 personas y una zona de estar amplia, con sillones, justo enfrente de la terraza, para disfrutar de las vistas también desde el interior.

El hotel incluye el desayuno gratis en el alojamiento, para todos sus huéspedes, servido en el comedor, de uso común; el desayuno, con gran variedad de opciones, incluye fruta fresca de la región. Además, pone a disposición del cliente una zona de aparcamiento privada y gratuita. Se admiten mascotas en el recinto, previo aviso y con recargo.

Además del comedor, hay una sala de lectura y salas de reuniones y celebraciones. En todas las instalaciones comunes del recinto se puede disfrutar de wifi gratis, al que los inquilinos pueden acceder. En recepción podrán solicitar información sobre la zona, preguntar por actividades que se estén llevando a cabo y reservar masajes.

En las zonas ajardinadas que circundan las habitaciones los huéspedes podrán pasear cómodamente y disfrutando del tranquilo ambiente y de las magníficas vistas. Si lo prefieren, también pueden ponerse el traje de baño y zambullirse en la piscina del hotel.

Agua Amarga es un pequeño pueblo pesquero, cuyo principal atractivo son las hermosas playas, y la gran cantidad de deportes acuáticos que en ella se practican, ambas circunstancias que le han valido convertirse en un pueblo muy frecuentado por los turistas.

A tan solo 10 kilómetros de distancia se encuentra el pueblo de Carboneras, otro pueblecito pesquero de larga tradición, en el que se puede encontrar la Playa de los Muertos; cerca de la localidad se encuentran el faro y la torre de Mesa Roldán, un domo volcánico, situado al sur, entre Carboneras y Agua Amarga.

Níjar, que queda a tan solo 30 kilómetros, es, además de una localidad de bella arquitectura y tradición gastronómica interesante, una de las comarcas más extensas del país, en cuyo término municipal alberga otros muchos pueblos con gran encanto, como Pozo de los Frailes, Los Escullos y San José.

Todas estas ubicaciones mencionadas se hallan en el marco del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, de gran extensión y variada población faunística y vegetal, que destaca por sus abruptos acantilados y numerosos yacimientos arqueológicos y cuevas, alrededor de los pueblos.