Cal Miquel de Ventolà

Esta antigua masía del siglo XIX se enclava en el corazón del Pirineo catalán, en el pueblo gerundense de Ventolá. Rodeada de naturaleza, ofrece a sus visitantes un ambiente de montaña en el que olvidar las preocupaciones y respirar aire puro. 

Totalmente reformada, esta casa de increíbles vistas al Valle de Ribes cuenta con 5 amplias habitaciones con mucho encanto y personalidad, entre las que elegir la que más os guste.

Todas ellas tienen baño privado completamente equipado y la posibilidad de añadir hasta 3 camas supetorias más por un precio adicional.

• La habitación Tosa tiene muchísimo espacio y capacidad para 4 personas, que podrán disfrutar de una chimenea de leña en el propio dormitorio para los días de frío y enormes ventanales. 

• La habitación Taga es muy espaciosa y se estructura en 3 ambientes diferenciados en los que pueden dormir hasta 6 personas cómodamente. 

• La habitación Puigmal consta de 2 espacios en los que pueden dormir hasta 4 personas y salita de estar, es ideal para una familia pequeña que busque comodidad total. 

• La habitación Nuria es más sencilla y cuenta con cama de matrimonio y 2 camas en 2 cuartos independientes. 

Los huéspedes que se alojen en este hotel podrán disfrutar de todos sus espacios y servicios comunes, como son: 

• Un acogedor salón-comedor con increíbles vistas y amplio espacio para compartir. Muchos sofás y butacas, mesas y sillas que crean rincones con encanto para pasar el rato.
• Servicio de bar con maravillosa terraza para tomar algo en plena naturaleza.

• Señal Wi- Fi gratuita y zona de parking. 

• También ofrecemos servicio de cenas, un menú hecho en casa de productos de la zona y calidad. Nuestra comida es vegana.

En pleno Pirineo, a tan solo 15 minutos de esta casa, se encuentra la estación del famoso tren cremallera, el único medio de transporte para llegar al precioso Valle de Nùria mientras disfrutas de un paisaje espectacular superando un desnivel de más de 1.000 metros.

El destino, rodeado por altos picos, domina uno de los puntos más altos del Vall de Ribes siendo un paraje de naturaleza idílica y leyendas marianas que lo convierten, además, en lugar de peregrinaje con su Santuario-Basílica construida entre grandes cumbres.