La Casa del Herrero

En Teruel, concretamente en la Villa de Calamocha, se encuentra este antiguo pajar, rehabilitado en la actualidad y convertido en alojamiento rural.

Espaciosa, luminosa y completamente calefactada, la casa tiene capacidad para albergar hasta a 8 personas.

La fachada revestida en piedra y con grandes ventanales de madera comunica con el jardín. Espacio que goza de un cómodo balancín desde el que es posible disfrutar de agradables siestas en el exterior de la casa. Un espacio colorido gracias a sus plantaciones y el verdor del césped. Encontraréis un porche cubierto con una mesa y una pila para disfrutar cómodamente de la barbacoa al aire libre. 

Con todas las comodidades de las viviendas actuales y sin perder la esencia de su propia naturaleza, todas las estancias de la planta baja están acondicionadas para que puedan acceder a ella personas con movilidad reducida.

La cocina, totalmente equipada, está integrada en el salón- comedor. Las 3 estancias se compactan en una al no existir tabiques entre ellas. Se trata de un rincón confortable que cuenta con mesa de comedor, chimenea y cómodos sofás en los que pasar largas tardes.

Cada uno de los 4 dormitorios que se distribuyen por las dos plantas han sido decorados de forma personal. Son amplios, luminosos y todos disponen de televisión y baño completo. 

Si algo tiene de especial la vivienda es la singular escalera de subida a la primera planta, pues se construyó reciclando maderas utilizadas para fabricar las vías por las que pasa el tren.

Dentro de la Comarca del Jiloca se enmarca la Villa de Calamocha, lugar donde se encuentra nuestro alojamiento. De gran atractivo turístico es el legado histórico de un lugar, en el que visitar su Puente Romano o recorrer sus calles suponen un grato descubrimiento para los sentidos.

Su dedicación al agua durante el último siglo ha hecho que en la actualidad concentre numerosos elementos arquitectónicos como lavaderos, fuentes o molinos que merece la pena visitar.

Y como no podía ser de otra manera estando en tierras de Teruel, muchos son los establecimientos que ofrecen degustaciones gastronómicas típicas de la región, como el reconocido jamón, las borrajas o el ternasco, para los paladares más exquisitos.