La Casa de Tía Matilde

Fachada de granito y grandes ventanales de madera caracterizan esta tradicional casa de campo situada en el municipio salmantino de Pereña de la Ribera. En su interior se van a poder alojar hasta 6 personas. 

A pesar de haber sido rehabilitada, la vivienda conserva el carácter tradicional de su estructura. Su fachada delantera esta presidida por un balcón central con un bonito enrejado cuyas ventanas están protegidas de la luz por tradicionales persianas de madera. 

Edificada a 2 alturas, se enmarca a la perfección en la estética arquitectónica del municipio. Además, el gusto por la artesanía tradicional nos ha llevado a mostrar diferentes aperos de labranza en cada uno de los rincones de la vivienda y a organizar exposiciones de productos artesanos de la región. 

Gruesos muros de piedra convierten la vivienda en un lugar cálido en invierno y fresco en verano. Además de estar equipada con calefacción hay 2 chimeneas repartidas por las zonas comunes. 

El espacio mayor de la planta baja es ocupado por la cocina de ladrillo y la sala de estar, un espacio confortable con sillones de mimbre colocados cerca de la chimenea. Lo que antiguamente era la bodega, hoy se ha rehabilitado como galería, desde cuyos cristales se divisa el patio de piedra. 

Los 3 dormitorios y el cuarto de baño se distribuyen en la planta superior. Techos y suelos de madera, paredes de piedra y grandes armarios que las convierten en espacios acogedores.

Muchas son las posibilidades turísticas que ofrece la Comarca de las Arribes. Senderos para recorrer en coche o a pie, en los que descubrir paisajes como las cascadas del río Uces a su paso por Pereña o el Pozo de las Vacas, que debe su nombre a un accidente sufrido hace años en el que un carro tirado por vacas se despeñó por el precipicio.

El mirador de la ermita de Nuestra Señora del Castillo es un balcón con vistas espectaculares a las Arribes del Duero, donde con suerte podréis contemplar águilas sobrevolando el río. 

Si algo caracteriza a esta región de Castilla es la conservación de elementos tradicionales como los chozos de piedra o los castros vettones como el del Castillo o Las Merchanas abiertos ambos al público.