El Rincón de Pajares

Justito, se nota cierta falta de complementos, como servicios de mesa para todos, elementos de cocina como tostadora, un poco más de limpieza, y mantenimiento.

En las ventanas frontales no iría mal que instalaran mosquiteras pues entran muchas moscas.

El sitio está aceptable como indica la puntuación. pero con un poco más de profesionalidad es mejorable.

La casa es grande y está bien equipada, aunque algunos de los colchones necesitan cambiarlos porque se clavan los muelles.

Los dueños, amables y cordiales, cuando llegamos nos tenían la casa calentita, pero el pueblo no tiene absolutamente nada, para comprar algo hay que ir a 5 kilómetros.

Un puente en el campo tranquilo, así podríamos definirlo, ya que el pueblo es pequeño y en ese momento había pocas casas habitadas, así que si quieres desconectar o no molestar es perfecto.

La casa estaba limpia, además fue todo un detalle que la chimenea estuviera encendida al llegar, el ambiente era acogedor.

En todas las estancias hay radiadores y en ningún momento se pasa frio. Lo único que destacaría sería que el mobiliario está un poco viejo. Para el uso cotidiano no hechas nada en falta.

Los dueños estuvieron pendientes de nosotros en todo momento. La casa estaba bien equipada. Muy buena calidad precio. Para ser finales de septiembre el jardín estaba muy bien, había mosquitos pero eso es normal en la época que fuimos.

El jardín estaba mal cuidado, nadie corta el césped había cacas de perros y pájaros por todos lados... además no hay suficiente luz en el jardín por la noche, tuvimos que llamar a el vecino para que nos pusiera su foco.

Las mesas y sillas proporcionadas estaban sucias y rotas y lo más importante es que le preguntamos a el dueño si habría algún problema por el ruido por que vimos una queja anterior y era el 50 cumpleaños de mi madre e íbamos a ser unos 20, el dijo que no había ningún problema y que los únicos vecinos que teníamos era el adosado de al lado y que trabajan para él, ósea que no se quejarían. Cual fue nuestra sorpresa cuando a las doce y veinte la señora de el chalet de atrás llamó a la puerta a decirnos que si seguíamos armando jaleo iba a llamar a la guardia civil. Además la señora nos comentó que se queja constantemente y que está harta de decirle al dueño que pare de alquilar la casa a grupos grandes que armen jaleo...

Tuve que estar llamando yo al dueño para pagarle, me dijo voy ahora y apareció al día siguiente cuando no estábamos...

Nunca nos dieron la clave del wifi... Y al final vino la chica de al lado a cobrar por que el nunca más se acercó ni nos preguntó que tal la casa ni nada...

El pueblo no tiene nada ni siquiera una tienda.. En fin yo seguía buscando y no me gastaba el dinero.