Casa La Mocha

Esta casa rural es un acogedor lugar situado en el pueblo de Adrados, en Segovia.

Si decides pasar unos días en esta vivienda te contamos que anteriormente fue la casa del maestro, que ha sido sometida a una gran reforma y se ha rehabilitado para poder disfrutar de este alojamiento tan agradable.

Tiene capacidad para alojar hasta a 8 personas, y aunque inicialmente está pensada para 6 huéspedes, permite añadir un par de camas supletorias. Incluso con ellas, hay mucho espacio para la comodidad de todo el mundo, y además, los dormitorios están en la planta alta de la casa.

En total hay 3 habitaciones, de las cuales, una viene con cama de matrimonio, por lo que es la habitación principal, mientras que en el resto hay camas individuales.

En esta planta está el cuarto de baño de la casa, que también ha sido reformado y que cuenta con una moderna ducha. Además, lo han pintado en amarillo para que reflejen mejor la luz natural que entra por las ventanas.

En la planta calle encontramos:

• Un salón comedor “dividido” por una estufa de leña. A un lado la zona de descanso con varios sofás desde los que ver la televisión y desconectar un poco la mente con una película, o donde reuniros con un poco de música de fondo y pasar un rato todos juntos. Al otro lado está el comedor, con una mesa redonda en la que entráis todos y donde seguro que los pequeños se juntan a jugar con alguno de los juegos de mesa disponibles.

• Una cocina independiente y completamente equipada, así como con electrodomésticos como con el menaje que puedas necesitar. Lo mismo ocurre, aunque no lo habíamos mencionado, con los juegos de sábanas y tollas, que también se ofrecen incluidos en el precio.

Una salida al patio trasero en el que encontraréis una barbacoa de obra, así como mobiliario de exterior para disfrutar de las temperaturas agradables de la zona.

Desde el jardín podréis ver un entorno lleno de pinos centenarios y a lo lejos las Hoces del Duratón.

En este pueblo de no más de 200 habitantes, puedes visitar alguno de sus puntos de interés turístico como es el caso de la iglesia de Natividad de Nuestra Señora. Su origen es románico y en ella hay pinturas que durante un tiempo estuvieron en la exposición de Las Edades del Hombre.

Las ruinas de la ermita de San Benito están saliendo del pueblo, pero solo a 200 metros y de la que se conserva parte de su bóveda. En el caso de la ermita de San Roque dice la leyenda que era el encargado de proteger el pueblo contra la peste.

De esta época aún permanecen los lavaderos, aunque se nota el paso del tiempo en ellos, y algo más moderno es la Olma, un árbol en el que el escultor Félix Arranz talló varios dibujos.

Cerca del pueblo están Las hoces del Duratón, donde si te quedas en silencio solo escucharás eso, silencio. Y si gritas escucharás el eco de tu voz, que puede llegar a sorprender.