Casa 5 Las de Villadiego

Villalibado es un pequeño pueblo cuyas tierras, pobladas por la iglesia de San Salvador, se encontraban hasta hace 30 años deshabitadas, a pesar de la belleza que poseen.

Aprovechando esto, creamos aquí un fantástico complejo rural que ha traído el turismo al pueblo, y que ha permitido que cientos de personas queden prendadas de todas las posibilidades que la zona ofrece.

En este complejo construimos, rehabilitando una antigua casa solariega, hasta 7 maravillosas viviendas, todas con distintas plantas en las que nuestros huéspedes siempre encuentran todas las comodidades necesarias para pasar unos agradables días de descanso.

• Esta casa es la quinta que compone el complejo. Posee una fachada en la que se mezclan la piedra y la madera, y un cómodo porche exterior en el que hemos dispuesto algunas mesas y sillas de jardín.

• Ya en el interior, está todo amueblado y equipado al detalle para que hasta 4 personas convivan como si estuvieran en su propio hogar, objetivo al que también se suma una sencilla decoración, a base de algunos elementos encima de algunos muebles y de los cálidos colores de sofá, mesas y paredes.

• Dispone de 2 niveles diferenciados en los que se distribuyen las distintas estancias: salón comedor, cocina, 2 dormitorios y un práctico baño completo. En la planta de abajo, que será la primera que descubran nuestros huéspedes al entrar en la casa, hay un amplio salón con una zona de comedor, y una práctica y amplia cocina completamente equipada.

• En el salón se puede disfrutar de la moderna televisión de 42" sentado o tumbado en el amplio sofá con Chaise-long, o leyendo un buen libro de los que están guardados en los armarios, abrigados por el calor de la chimenea y del suelo, que posee calefacción radiante. 

• A uno de los lados del sofá hay una amplia mesa de madera con diversas sillas, adornada con un espejo grande situado en la pared. Es la zona del comedor, en la que hasta 4 comensales podrán saborear las riquísimas recetas preparadas en la cocina.

• Esta es una habitación amplia, muy luminosa gracias a la ventana que se encuentra al final de la encimera de mármol, y equipada con una moderna nevera combi, práctica vitrocerámica, horno y microondas, una cafetera Nespresso y otra italiana, tostadora y batidora, mucho espacio en los amplios armarios para el resto del menaje, la vajilla y la bonita ropa de cocina y diversos manteles con los que proteger la mesa del comedor, lavadora y juego de plancha y tabla.

• Al subir por la escalera, de escalones blancos y barandillas y columnas de madera, nuestros huéspedes podrán llegar a los dormitorios. Para 4 personas, hay 2 dormitorios dobles, ambos con amplias camas con confortables colchones de matrimonio, vestidos con bonitos juegos de sábanas y mantas y cómodas almohadas. Para que los dormitorios estén completos, hemos dispuesto en ellos amplios armarios de madera, cómodas sillas, espejos y prácticas mesillas de madera a ambos lados de las camas, al lado de los enchufes situados en la pared. En las paredes, además, hay algunas lámparas, para que las habitaciones cuenten con una perfecta iluminación tanto durante el día como durante la noche.

• En ambas habitaciones, así como en todo el piso de arriba, hay largos radiadores regulables, que resultan de gran utilidad, sobre todo, en los meses de invierno. También hay, en toda la casa, conexión a Internet, gracias al aparato de wifi.

• Para compartir por los huéspedes que se alojen en ambos dormitorios, hay en la planta superior un baño completo, donde no faltan cómodos y modernos lavabo, inodoro y ducha, para la que proporcionamos toallas limpias.

Desde el porche, además de la iglesia del pueblo, se pueden ver las zonas comunes ajardinadas del complejo, donde los huéspedes podrán disfrutar de un chapuzón en la piscina, una sabrosa parrillada en la zona de barbacoas, o coger una bicicleta para ir al bonito mirador.

En la provincia de Burgos hay numerosos pueblos de gran belleza, algunos en los que la importancia recae sobre la más pura naturaleza, como es el caso de Orbaneja del Castillo, y otros, como Villadiego, donde el valor cultural, artístico e histórico de sus numerosos monumentos les convierte en auténticos museos.

En Orbaneja del Castillo, sus habitantes conviven en casitas tradicionales que disfrutan de la belleza de las tierras situadas en torno al Cañón del Río Ebro, muy fértiles y perfectas para los cultivos. Entre sus bosques de frondosos árboles y piedra, se descubren preciosas cascadas que ofrecen unas vistas que enamoran, tanto a los vecinos como a los turistas.

El pueblo de Villamorón, olvidado por la humanidad con el paso del tiempo, llama la atención ver el contraste entre las pocas casas habitadas que quedan, construidas de ladrillo y adobe, y la preciosa iglesia gótica, con bonitas decoraciones que destacan en la fachada, y que es uno de los primeros ejemplos a destacar en la historia del gótico en nuestra península.

Villadiego, por su parte, es un poco más grande que estos pueblos comentados, y rebosa vida, historia, cultura, arte y gusto por la buena vida. Al pasear por sus callecitas, que se visten de fiesta en Agosto, se llega a la Plaza Mayor, principal punto de encuentro de la localidad, donde está la famosa Torre del Reloj, el Convento de San Miguel de los Ángeles, y el edificio donde se encontraba el Mesón de la Villa, allá por el siglo XII. 

La localidad invita, además, a pasear por los restos que se conservan de las murallas, y descubrir las distintas torres que quedan en pie, como la de Villaute.

Muy cerca de Villadiego es donde nos encontramos nosotros, de manera que disfrutamos de la vida y todas las posibilidades que el pueblo ofrece, además de su cercanía a Burgos, en la tranquilidad y el silencio de un pueblo, como Villalibado, situado a las afueras.