Se acercan unas fechas que para algunos son unas pequeñas vacaciones entre la Navidad y Verano, pero que para otros es la mayor expresión del fervor cristiano. Se trata de la Semana Santa, también conocida como Pascua, una festividad que consigue envolver y llenar a los visitantes, que no la vivan como propia, de un sentimiento profundo que no podrán olvidar.
¿De dónde sale esta fiesta?
Cofrades con capirucho
Su historia como tal se remonta a la muerte de Jesucristo, un profeta para judíos y un mesías para cristianos, pero no fue hasta el año 325 cuando se establecieron las pautas para celebrar esta festividad, en el primer concilio ecuménico, asentándose tras el equinoccio de primavera. Posteriormente, en España, un personaje venido de Tierra Santa, instaló el Via Crucis (recorrido de Jesús desde que fue apresado hasta su resurrección) hacia el 1500, celebrándolo con una procesión, que derivó en un desglose de las distintas fases y escenas de la Pasión, a las que se añadieron cruces y figuras, creándose así las distintas cofradías.
Estas cofradías son las encargadas de la manutención y salida de las figuras y pasos a los que tienen un fervor increíble. Dentro de la jerarquía muy marcada, todos se unen en las procesiones cubriendo tres objetivos. Por un lado están los penitentes, que a cara cubierta acompañan durante la procesión a los pasos, que son cargados por los costaleros, quienes cargan sobre uno de sus hombros todo el peso del paso, al que se suma la figura, la ornamentación y las flores llegando a alcanzar cientos de kilos. Y por último tenemos a los músicos o bandas, que acompañan los pasos con música, normalmente están asociados a las cofradías, pudiendo pertenecer o no a las mismas. Hasta aquí, la parte histórica. Lo que importa es vivirlo.
Empecemos con un poco de marcha.
¿Dónde puedo ver estas procesiones?
España se ha convertido en el lugar por excelencia para celebrar la Semana Santa, ya que en cada ciudad y pueblo del país los habitantes salen a las calles para rememorar esta tan importante fecha, ya sea por creencia o por tradición, y cómo no, en un país en el que tenemos gran variedad de orografía, gastronomía, cultura y lenguas, no íbamos a tener distintas formas de celebrar el Via Crucis.
En Elche, Alicante, se celebra el Domingo de Ramos con una de las procesiones más hermosas, ya que salen a la calle miles de personas con hojas de Palma y sus trenzas para dar la bienvenida a Jesús montado en borrica.
Virgen en procesión
En Toledo, los cofrades tienen que lidiar con la estrechez de sus callejuelas medievales, haciendo verdaderas maniobras e incluso teniendo que postrarse sobre sus rodillas cargando con los pasos bajo un silencio sepulcral por parte de los observadores.
No te pierdas la Semanta Santa de Cuenca, en Castilla La Mancha, que te revolverá las entrañas tanto de forma mística como literal, ya que en la procesión de las Turbas un bullicio ensordecedor llena las calles en la madrugada del Viernes Santo que quedan en un silencio igualmente ensordecedor al aparecer la Nuestra Señora de la Soledad, un momento realmente mágico. Continuando con el ruido, pasamos a Teruel, Aragón, en donde una multitud en un silencio perturbador espera a la primera campanada de las doce del viernes, día en el que Jesucristo muere, para romper tímpanos y sentimientos con el redoble de miles de tambores que embriagan y hacen brotar las lágrimas.
Si hay consenso en algo, es que Andalucía se ha convertido en el centro neurálgico de estas fechas, ya que el fervor y el arte recorren sus calles. En Granada, la procesión de los gitanos es una maravilla para los sentidos, durando desde la madrugada del miércoles hasta la mañana del jueves, donde la procesión asciende por las colinas del Sacromonte iluminada por las hogueras encendidas por los fieles y adornada por las saetas que le dedican.
En Málaga, la Legión lleva con paso firme y emotivo al Cristo de Mena desde el puerto hasta la iglesia de Santo Domingo, lugar en el que miles de fieles esperan para escuchar a los legionarios cantar “Novio de la Muerte” y romper en aplausos de emoción.
Y es que la muerte del Mesías es motivo de “celebración” en otros lugares, como, por ejemplo, en Verges, Cataluña, donde cinco personas disfrazadas de esqueletos saltan y bailan al ritmo de un tambor a la luz de antorchas, conmemorando la victoria de la muerte sobre el Hijo de Dios.
Continuando con Andalucía, es imposible no mencionar Sevilla, mezclando cofradías de siglos de antigüedad que mezclan el arte de saetas, la belleza y expresión de sus pasos con el sentimiento de los fieles, que lo viven de una manera especial, todo un espectáculo. En Logroño, una tradición relativamente nueva en la que durante la penitencia de la cofradía de las Siete Palabras y el Silencio pide el indulto de un preso, el cual, al aprobarse dicho indulto bajo una serie de requisitos, se viste con la indumentaria de los nazarenos y se une a ellos al llegar al Palacio de la Justicia.
Pasamos a Castro de Urdiales, en Cantabria, lugar en el que la festividad no se celebra con procesiones, sino que se revive la Pasión de Cristo desde la Última cena hasta su Resurrección, todo ello representado por los propios vecinos el Viernes Santo valiéndose de su entorno natural.
¿Somos los únicos que la celebran?
La Semana Santa o Pascua se celebra en todos los países con tradición cristiana, pero sólo en España se sale en procesión por las calles.
En otros países del mundo se celebra de forma muy distinta estas fiestas. Por ejemplo en el norte de Europa y América es muy común y conocido el típico conejo que decide esconder huevos de chocolate para que los niños los busquen con una cesta nada más levantarse.
En Sudamérica es común recrear la Pasión de Cristo por las calles, teniendo como fiesta destacada aquella en la que miles de mexicanos se reúnen en el Cerro de la Estrella de Iztapalapa con este fin. Pero sin duda, la fiesta más polémica se da en Filipinas, donde los fieles sienten en sus propias carnes el sufrimiento de Jesús mediante autoflagelaciones, llegando al culmen de la celebración con la crucifixión real de 10 personas, incluyendo la subida a la cruz clavos mediante. En Jerusalén se pueden visitar todos los lugares mencionados en la Biblia.
¿Cómo puedo aprovechar más el viaje?
Torrijas
Es común que en un país con tanta riqueza gastronómica se tengan platos típicos de fechas señaladas, en gran medida influenciados por el ayuno y abstinencia que la iglesia pone estos días.
Esta abstinencia hace referencia a todo tipo de carnes, por lo que proliferaron platos como el Potaje de Vigilia, basado en legumbres, verduras y bacalao como aporte proteínico para suplir las carencias del ayuno.
Pero sobre todo, los protagonistas de toda fiesta son los dulces, teniendo el protagonismo principal las famosas y deliciosas Torrijas, pan con leche rebozado, que tienen su origen para llenar los estómagos con algo delicioso y no caer en la tentación de probar la carne. Hoy en día es el principal culpable de que muchos no alcancemos con éxito llegar a la operación bikini.
¿Sabías que…?
…El capirote, vestimenta típica de los cofrades, tiene su origen en el Sanbenito, ropaje que se obligaba a vestir a los condenados por la Inquisición como reconocimiento público de los malos actos de la persona condenada y consiguiente penitencia, que posteriormente fue adherido como significante y significado en las procesiones. Tiene también un símbolo de igualdad, ya que los conos y las telas que cubren cuerpo y rostro hacen que todos sean iguales a ojos de Dios.
