“Buenas Noches, Clarice”. Tal vez esa sea la mejor forma de saludar a los habitantes de algunas localidades que han visto los cielos invadidos por nubes voladoras de colores. Mariposas que se adueñan de los parques, del sonido, y seguramente de las fantasías de aquellos cinéfilos que hayan visto demasiadas veces El Silencio de los Corderos.
Posiblemente nadie piense en la ciudad de Madrid como el mejor destino turístico de estos animales, pero lo cierto es que al menos tres variedades de mariposas nocturnas, que muchos se han empeñado en llamar polillas, han invadido en varias ocasiones el cielo contaminado de Madrid.
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La más numerosa es la mariposa Gamma, que debe su nombre al dibujo de color blanco que impregna sus alas y que recuerda a dicha letra. Las otras especies identificadas son la Catocala y la Noctua, cuya principal diferencia con las anteriores es que pliegan sus alas en reposo de tal manera que no pueden verse sus colores.
Algunos de estos inofensivos animales han venido de África, pero otros son autóctonos de nuestro país, que simplemente se mueven por todo el territorio durante las épocas más calurosas de año. Los expertos aseguran que su molesta presencia dura apenas unos días, así que lo más sensato es tan solo esperar a que sigan su camino.
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Cabe también la posibilidad de ir en busca de otros lugares menos concurridos, pero igualmente llenos de colorido, donde los visitantes vayan al encuentro de estos llamativos insectos. Por ejemplo, en la villa de Riaza, que pertenece a Segovia, se encuentra una travesía de 10 kilómetros a través de robles y jaras que lleva a un lugar conocido como el paraíso de las mariposas. Los aventureros podrán comenzar el camino que lleva a Riofrío de Riaza, a través de espesos bosques donde el musgo y los líquenes toman el protagonismo, y donde las mariposas viven tranquilamente arropadas por la vegetación.
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Existen además dos zonas en España habilitadas para la cría de mariposas, una en Benalmádena, en la provincia de Cádiz, y la otra en Tenerife, en la localidad de Icod de los Vinos.
El Mariposario de Benalmádena
Se ha convertido en un gran punto turístico de la Costa del Sol. En sus instalaciones es posible disfrutar de una amplia variedad de estos animales, además de infinidad de plantas exóticas traídas de todas partes del mundo. El ecosistema creado aquí, con una humedad relativa del 80% y temperaturas de entre 24 y 29 grados, proporciona el hogar perfecto para estos más de 2.000 ejemplares de todos los tamaños y colores.
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Los visitantes pueden pasear libremente por todo el complejo, donde también vuelan libres las mariposas, con mucho cuidado siempre de no pisar las que se quedan en el suelo. Podrán además entrar en contacto con ellas, ya que están acostumbradas a la presencia humana y tienden a posarse sobre las personas. También aprenderán todo el ciclo biológico de estos curiosos animales.
El Mariposario del Drago de Icod de los Vinos
Cuenta con más de 800 mariposas volando en libertad. Especies que provienen de todas las regiones tropicales del mundo. Otra buena oportunidad para descubrir cómo viven y nacen, y para aprender el proceso de su metamorfosis.
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