Ruta de las cascadas de Ordesa

Ahora que aprieta el calor, los seres humanos solo podemos pensar en el fresquito y en cómo conseguirlo de vuelta. El verano en España aprieta, y a veces también ahoga, especialmente a los del sur, que prácticamente se derriten en cuanto cruzan la barrera de los 40º.

Es por eso que la solución directa para muchos es irse a pasar unos días al norte, donde el clima está relativamente más templado que en otras zonas del país.

¿Y qué podemos agregar al plan? Pues un viajecito hacia las montañas. Con suerte en la cima de alguna aún soplará una rasca de aire fresquito de la que poder disfrutar. En este caso, os recomendamos una ruta por el Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido, un paraje casi alpino que os dejará boquiabiertos.

Algunas de sus maravillas naturales son las cascadas. Una serie de cataratas repartidas entre sus valles, grutas y acantilados que conforman una inusual pero poderosa estampa.

Y, para qué mentirnos, cerca del agua que cae se está muy a gustito. Merece la pena darse el paseo para descubrirlas.

Toma nota, porque en el artículo de hoy te vamos a hablar sobre la ruta por las cascadas de Ordesa.

1. La preparación es lo primero

La ruta de las cascadas de Ordesa no entraña una gran dificultad. Es un recorrido fácil cuya duración suele ser de dos horas y media, a no ser que seas de esos a los que les gusta pararse y oler las rosas del camino.

No hay mucho desnivel en cuanto a cuestas, por lo cual lo pueden hacer personas de todas las edades. Es perfecto para un plan en familia en el que se pueden divertir todos, desde los renacuajos de la casa, hasta los abuelos.

A lo sumo, os podréis encontrar con un par de subidas no muy largas y de poca inclinación, pero vaya, que nadie impide hacer un descanso de cinco minutos para recuperar el aliento después.

Es recomendable llevar calzado para caminar, como unas deportivas, y tal vez algo de agua por si alguien acaba muy sediento. Si lleváis algo de comer, no os olvidéis de dejar todo recogido y no dejar basura, pues es terreno protegido.

Si lleváis animales de compañía como algún perro, recordad no dejarlo suelto. Por lo demás, ya estaréis listos para iniciar la ruta.

2. Cascada de Arripas

El Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido forma parte de los Pirineos, recorriendo gran parte de la provincia de Huesca (Aragón). Tan alto es su valor medioambiental que se lo considera Patrimonio de la Humanidad (1997) y Reserva de la Biosfera (1977).

Nuestro recorrido comienza pues en la pradera de Ordesa, un paisaje lleno de fresco césped verde, desde el que se puede admirar la altura titánica de algunas de estas montañas pirenaicas. Puedes tomar referencia de tu posición en este punto fijándote en la casa de los guardabosques.

Toca comenzar a caminar, introduciéndoos poco a poco en la espesura de un bosque de hayedos.

Durante la ida, caminaréis prácticamente pegados al río Arazas, que será un fiel compañero en buena parte de la ruta. En poco más de media hora, habréis llegado a la cascada de Arripas, un impresionante accidente natural rodeado de vegetación, casi como el escenario de un cuento de hadas.

3. Cascada de la Cueva

La cascada de la Cueva está apenas a diez o quince minutos de camino de la cascada de Arripas. Al estar tan cerca y haber estado caminando ya un rato desde la salida, es un lugar idóneo para hacer un breve descanso y admirar el salto de agua de varios metros.

La cascada se encuentra encallada entre un par de paredes de roca y termina en una profunda poza de aguas azuladas. Como podrás apreciar, hay una pequeña abertura en la roca bajo la cortina de agua.

Al estar protegida por las paredes de la montaña y la vegetación, las corrientes de aire que soplan en las inmediaciones son todas producidas por la catarata, generando un ambiente de lo más pacífico y agradable.

4. Cascada del Estrecho

Esta es la última cascada que incluye la ruta, algo más alejada de las otras dos. Hay que volver brevemente por el camino de la cascada de la Cueva, por la llamada Senda de los Cazadores que incluye un bonito puente.

No os preocupéis por la orientación, pues los senderos siempre están bien señalizados para los que tienen la brújula interna algo estropeada.

La cascada del Estrecho, como indica su nombre, se encuentra en un pequeño desfiladero erosionado por el río con paredes escarpadas y de rocas afiladas entre las que el agua corre sinuosa. El estrecho desemboca en la espectacular caída del agua de varios metros de altitud, sobre un terreno pedregoso.

Una vez terminada esta parte, estaréis listos para terminar la ruta y regresar a la pradera. Esta ve caminaréis por el lado opuesto del río.

5. Mirador de los Bucardos

A vuestro regreso, podéis aprovechar para sacar unas fotos en este mirador si no estáis demasiado cansados. De nuevo, no hay más que seguir las señalizaciones, desviándoos unos 100 metros del camino principal para llegar a este lugar.

El mirador ofrece unas fascinantes vistas de buena parte del parque natural. Las fotos más bonitas suelen ser las que se sacan en otoño, dado que el bosque se tiñe de colores amarillos y anaranjados creando una bonita postal.

Las vistas incluyen también el río Arazas y el puente de Arripas, por el que se pasa durante la ruta inicial.

6. Mirador del Circo de Cotatuero

Este segundo mirador se encuentra al desviarnos por el sendero adaptado del parque. El recorrido de este da una vuelta completa a la pradera de Ordesa.

En el mismo se encuentra una gran roca llamada las Siete Faus. Se llamaba así porque hace tiempo crecía sobre ella un conjunto de siete hayas cuyas raíces se enredaban en torno a la roca, aunque a día de hoy sólo quedan un par de árboles encima.

Cuando no había rutas determinadas, era un buen punto de referencia para la gente que pasaba por allí a menudo.

Después de este paseo, se llega sin problemas al mirador del Circo de Cotatuero, otro punto digno de fotografiar y admirar.

7. Cascada Cola de Caballo

Aunque esta cascada no se incluye en la ruta de las tres anteriores, puede ser un interesante plus que añadir.

De hecho, hay algunos caminos en esta zona del parque que llevan a las Gradas de Soaso, donde se encuentra la Cascada Cola de Caballo. Lo único que tiene, es que está algo más alejada y tal vez prefieras desplazarte en coche hasta algo más arriba.

Si partes desde la pradera de Ordesa, el camino puede ser ligeramente más largo y complicado dado que hay un desnivel algo mayor en el terreno.

Aún así, si estáis preparados, no temáis en ir y añadir una cuarta cascada a vuestra ruta.

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