Los estereotipos más españoles

De los productores de “los ingleses son unos estirados que toman el té con el meñique alzado” y el director de “los estadounidenses solo comen hamburguesas y perritos calientes”, hoy te traemos… ¡Los estereotipos más españoles!

Hay una diferencia abismal entre cómo nos percibimos dentro de nuestra tierra, y cómo nos perciben los que son ajenos a ella. Es indiscutible que todos nos hemos formado alguna idea de cómo es la gente de otros países a base de chascarrillos, curiosidades o historias que oímos por ahí.

Ahora bien, la única forma de desmontar estos mitos es, o bien viajando, o bien preguntando a alguien que sea de ahí.

Dicho esto, tampoco es cosa de meternos a todos en el mismo saco. Dentro de España también tenemos ideas premeditadas de cómo es la gente de otras comunidades. Si le preguntas a un vasco cómo es un andaluz, seguro que te lo describe de cierta manera, y viceversa.

Por eso, hoy vamos a ver cuáles de los estereotipos que piensan los guiris de nosotros se cumplen y cuales son más falsos que un sordo afinando una guitarra.

1. Todos los españoles aman los toros

Si bien es cierto que el toro se ha convertido en un emblema internacional de España, no todos tenemos trajes de luces expuestos en casa.

Hay un porcentaje de gente que relaciona las corridas de toros con el maltrato y el abuso animal y rechaza por completo esta práctica. De hecho, en algunos municipios de España ya se ha prohibido la tauromaquia.

Aunque es cierto que las plazas de toros se han convertido en unos lugares estupendos para montar terrazas u organizar espectáculos y eventos, como obras de teatro o conciertos.

Del modo contrario, sí que hay mucha gente que lo considera un deporte nacional, o una expresión del arte, por no decir que mucha gente vive de este sector.

Es una tradición que se practica desde la edad del Bronce, ya sea a pie o a caballo, y muy aclamada por sus fanáticos.

2. Todos los españoles saben bailar flamenco

No sabemos si piensan que nacemos con el gen flamenco en las venas o si creen que se enseña en todas las escuelas, pero esto es una trola de las gordas. El verdadero baile tradicional español es el de menearse de un lado a otro como si estuvieras hipnotizado, apretado entre toda la gente de la discoteca.

Para bailar flamenco y tocar las castañuelas a la vez se necesita talento, cosa que muchos no tenemos al contar con un impedimento llamado ‘tener dos pies izquierdos’.

Para muchos, es más fácil quedarse en la Macarena, que se puede bailar prácticamente con cualquier ritmo, e incluso usarse para hacer la RCP.

3. Los españoles hablan a voces

Esto… Bueno, puede que aquí nos hayan pillado por banda. Es cierto que somos bastante ruidosos en comparación con los demás.

Si estás de viaje internacional, seguro que siempre identificas al grupo de turistas españoles solo por el barullo que van armando. Si es que somos dignos de meme.

Si hasta tenemos un ejemplo de lo más representativo a nivel global. “PEDROOOOOOO”, exclamó Penélope Cruz, gritando a los cuatro vientos durante la gala de los Oscar. Ni que fuera Heidi. Seguro que Almodóvar la oyó bien, no tenemos pruebas, pero tampoco tenemos dudas.

¿Pero qué le vamos a hacer? Nos gusta hacernos oír, es algo inherente a nosotros. Podríamos hacer cosas peores, ¿no? Además, si quieres ver a un puñado de españoles callados no tienes más que esperar hasta la hora de la siesta, y comprobarás que el silencio es sepulcral.

4. El fútbol es vida

Para todo el que haya venido en temporada, habrá podido comprobar que las calles se vacían y los bares se llenan cada vez que hay partido. El silencio reina, hasta que alguien mete un gol y se escucha eso más que una manada de elefantes barritando.

Así somos, y es que, aunque a muchos no les interese, es indiscutible que el fútbol mueve pasiones en España. Hasta los más indiferentes salieron a celebrar cuando ganamos la Copa del Mundo en Sudáfrica en 2010.

Eso sí, no os penséis que sólo apoyamos el fútbol. Tenemos un montón de legendarios deportistas de los que presumir, como Rafa Nadal en tenis, Carolina Marín en bádminton, todos los chicarrones de nuestra selección de baloncesto, o Sandra Sánchez en kárate.

El palmarés de todos ellos debe sumar tanto oro que probablemente podrían alimentar ellos solos a un país pequeño.

5. La paella es el plato nacional

¡JA! Bueno, tanto no nos reímos, que comerse una paella siempre es una gozada, pero, ¿cómo se va a considerar plato nacional cuando tenemos el jamón? ¿Las croquetas? ¡La tortilla de patata! ¡EL COCIDO!

Ay, que nos emocionamos. España tiene tanto donde elegir, que, aunque los extranjeros se crean que nos alimentamos a base de paella, podríamos estar días y días discutiendo sobre cuál es el plato español por excelencia.

Aunque si tuviéramos que elegir un producto estrella, probablemente sería el aceite. La mayoría se cree que el aceite de exportación viene en Italia porque allí es donde se embotella, pero nada más lejos de la realidad, ¡es nuestro!

Relacionado con esto, los extranjeros flipan con lo que duran las comidas en España, por no hablar de las horas a las que se come. Pero es que aquí nos encanta la sobremesa. Es el momento por excelencia que nos permite socializar y contarnos los cotilleos y salseos.

El cafelito de después solo es una excusa para quedarse hasta las cuatro hablando de la vida en la mesa.

6. Los españoles se tiran el día en la playa

Seguramente no lo dicen por los de Madrid o las Castillas… Los del interior tenemos la espinita clavada muy dentro.

Aunque, si tuviéramos la playa a menos de media hora en coche también nos tiraríamos allí todo el día, para qué hacerse el tonto. Pero es que no podemos desaprovechar todos los kilómetros de costa que Dios nos ha dado.

Tenemos tanta playa con bandera azul, que da igual a qué esquina del mapa te vayas, encontrarás bonitos parajes tropicales. Además, tenemos aguas templadas en el Mediterráneo, y las congeladas del mar Cantábrico de las que sales dos centímetros encogido con cada chapuzón. ¡Son aptas solo para valientes!

Y hablando de aguas congeladas, al menos a los del interior de la Meseta nos queda el consuelo de poder ir a la sierra. Si algo somos también los españoles, es muy apañaos.

7. Los españoles van del bar a la fiesta y de la fiesta al bar

¿Y nos van a echar la culpa? Somos uno de los países que tienen más bares por densidad de habitantes del mundo. Además, con lo bien que entra la tapa y la cervecita o el café de media tarde, sería tremendo pasar de largo.

Llevemos a un guiri a probar una cerveza y unos torreznos y verás cómo tampoco se quiere ir. Que de la cárcel se sale, pero de la tasca de la esquina no.

El único modo de atraer fuera a la fauna de bares, es, probablemente, porque toca la hora de la siesta, o porque hay una fiesta programada para después.

La verdad es que hay varias discotecas en España que tienen mucho rollazo, y es normal que siempre estén hasta arriba. O, incluso pasando de discotecas, hay todo tipo de fiestas tradicionales a la que los españoles peregrinan todos los años (la Tomatina, las Fallas, etc.).

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