Las piedras errantes de Lillo

Quizás todo el revuelo que ha causado este descubrimiento tenga una explicación científica; o quizás, todo lo que está pasando sea producto de fuerzas que no podemos explicar, y que no se pueden controlar.

Sea como sea, hoy os traemos una entrada digna de un nuevo capítulo de Cuarto Milenio. Hoy, te traemos unas piedras errantes, que se mueven solas. Sin ayuda. Como por arte de magia.

Antecedentes

Desde hace varias décadas, son muchos los investigadores que han intentado encontrar una teoría coherente para lo que pasa en el Valle de la Muerte de California, en Estados Unidos.

Resulta que, sin ningún tipo de acción humana o animal, las piedras que se encuentran en el lago seco de Racetrack Playa, tienen movimiento. Y nadie sabe por qué.

Esto es lo mismo que pasa en Lillo, una población de la provincia de Toledo donde aún siguen con la boca abierta, y donde los curiosos no dejan de dirigirse a este escenario para algunos, algo paranormal.

Pero…¿qué se ha encontrado?

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Misterio en forma de naturaleza.

Te ponemos en situación. Dentro de la laguna del Altillo Chica,  se han encontrado rastros de las piedras que forman el paisaje. Pero piedras de las pesadas, que alguna de ellas llega a pesar hasta 7 kilos.

Sus rastros son visibles en la época de invierno, unos surcos que llegan a alcanzar hasta los 100 metros de distancia de su punto de origen, y pasada esta época, se borran por acción de los vientos y las brisas.

¿Qué explicación hay para este fenómeno?

Se han llegado a barajar hasta tres hipótesis, aunque los investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, han llegado a descartar una de ellas.

La primera de ellas dice que podría deberse a la acción de los vientos, que penetra en la tierra creando surcos por la acción del aire, y que va avanzando hasta que se hacen visibles las líneas que se muestran en Lillo.

La segunda de ellas encuentra el origen en los microorganismos presentes en la laguna. Según los geólogos, éstos elementos segregarían sustancias deslizantes parecidas al fango, que actuarían como una pista de patinaje para estas piedras, y que darían lugar, por tanto, a los rastros de las piedras.

La teoría que se ha descartado, es la de las placas de hielo. Desmontan desde la UCM, el hecho de que la zona pudiera helarse debido a la sal que procede del terreno.

Pero… si estas teorías no te convencen, siempre nos queda la menos racional. Tú, ¿con cuál te quedarías?

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