Bajo la Denominación de Origen Ribera del Duero, se esconden muchas bodegas encargadas de hacer que el sabor más puro de nuestros caldos, llegue a las mesas de todo el mundo.
Las hay centenarias, modernas y hasta alguna que merecería ser estudio de arquitectos debido a su belleza y modernidad. Las hay grandes y conocidas, e incluso otras algo más familiares. Y menos mal que las hay, porque son sin duda, la cuna de los mejores vinos de nuestra tierra, emblema de nuestra cultura.
Con unos paisajes típicamente castellanos, los campos, las vides y los colores verdes y amarillos, se unen a la perfección para dar lugar a un lienzo con olor a uva en la provincia de Burgos.
Hoy, te proponemos un plan que te va a encantar: una visita a las mejores bodegas burgalesas. Una experiencia diferente y muy original de la que disfrutar al máximo.
¿Te apetece? Pues apunta que empieza.
Bodegas Portia
mimesacojea-FLICKR
No podía haber un punto de inicio mejor que este. Una bodega que forma parte de la población de Gumiel de Izán, que además puede admirarse incluso desde la lejanía debido a su gran magnitud.
Es la única bodega del mundo que ha sido diseñada por el arquitecto Sir Norman Foster, que le ha aportado una personalidad única que se desprende hasta los caldos que guarda.
Los protagonistas en esta mayúscula obra maestra son el acero, el vidrio, el hormigón y la madera entre otros, que no sólo ha buscado crear una construcción de vanguardia, si no que también aúna la funcionalidad para creación de estos vinos. El equilibrio es perfecto.
La ruta dura algo más de una hora, y al final, en la sala de catas, el grupo puede probar dos de los vinos más afamados de estas bodegas.
Además, si vas hasta el centro del pueblo, vas a poder admirar un núcleo urbano que es Conjunto Histórico Artístico desde hace más de 10 años, en el que se encuentra su iglesia, con muestras del gótico y ubicada en la Plaza Mayor.
Bodegas Valduero
CRDO RIBERA DEL DUERO-FLICKR
Están en el pueblo de Gumiel de Mercado desde hace muchísimos años. Fue de las primeras bodegas que hubo en la zona, y se ha remodelado con el fin de adaptarse a las nuevas tecnologías en cuanto al cultivo, y conservación.
La actual vista que tiene, cuenta con una construcción principal que rodean las más de 200 hectáreas que hay, donde se se cultiva una única variedad de uva Tinto Fino.
Las vinos monovarietales que se producen en estas bodegas, se desarrollan sin componentes químicos, para hacer su proceso mucho más natural, y dar lugar a un sabor muy puro.
Lo que se aprecia a simple vista, son sus tres túneles excavados en la arena, que corresponden a los distintos procesos: la elaboración, el almacenaje, y el embotellado; lugares por los que pasan las visitas que tienen como guinda a este pastel enológico, una comida a base de morcillas, chorizos y por supuesto, buenas catas de vinos.
Desde aquí se exportan sus botellas a más de 40 países de todo el mundo, suponiendo más del 50% de los ingresos de estas bodegas.
Bodegas Balbás
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Una de las más antiguas en esta tarea de elaborar caldos es la que te mostramos ahora. Se localiza dentro de la población de La Horra, y lleva en pie desde el año 1777.
Fue, como podéis imaginar, una de las que se puso a la cabeza en el proyecto de potenciar la D.O Ribera del Duero, un proyecto que se ha llevado a cabo durante varias décadas.
En su actividad hay cuatro generaciones trabajando y dando buena muestra de las virtudes de sus viñedos.
Alrededor de la construcción principal, con instalaciones subterráneas, se extienden unas 90 hectáreas de uvas que producen cada año, un millón de botellas aproximadamente.
Tan importante es la actividad vitivinícola, que en el pueblo hay un Museo del Vino, donde se da un paseo por la historia del pueblo, que se encuentra muy ligada al vino. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción también merece una visita obligada.
Bodegas Ismael Arroyo-Valsotillo
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Se encuentra en Sotillo de la Ribera, que es un pueblo muy tranquilo en el que la actividad vinícola es una de las principales protagonistas.
Esta familia, productora durante años, comenzó su labor cuando aún la Denominación de Origen no existía, y fue, como en el caso anterior, una de las encargadas de impulsar este reconocimiento para sus vinos.
En sus 60 hectáreas, se cultiva la Uva Tinta del País, que produce un vino muy característico. La actividad se desarrolla en unas galerías bajo tierra de unos 2.000 metros que son visitables, y donde se puede hacer una buena cata de sus mejores variedades.
Éstas son solo algunas de las bodegas que te vas a encontrar en Burgos, pero es una tierra muy fértil para el cultivo de sus vinos, por lo que en muchos de los pueblos que forman parte de la provincia, hay una bodega con sus puertas abiertas para ti; para que descubras un nuevo mundo. ¡No te lo pierdas!
